El presidente del Instituto Belisario Domínguez, senador Carlos Navarrete Ruiz, aseguró que “el fenómeno del narcotráfico llegó para quedarse en la sociedad mexicana”.
Además, manifestó: “perdamos toda esperanza de que con un cambio de gobierno, por obra y gracia de su voluntad, va a conjurar el tema del narcotráfico y sus secuelas”.
En la presentación de libro Narcotráfico, crisis social, derechos humanos y gobernabilidad, una agenda para el futuro, subrayó que el narcotráfico llegó como el gran negocio y junto con él llegaron sus fatalidades, sus consecuencias, su violencia y la descomposición social.
“Adelanto una cosa y lo digo con la mayor responsabilidad en esta tribuna: cualquier aspirante a presidente de la República, de cualquier partido político, hoy en el 2010 o en el futuro, que crea que su sola llegada va a bastar para reordenar y conjurar el peligro del narcotráfico, está profundamente equivocado”, enfatizó.
El también coordinador de la bancada perredista resaltó que mientras la sociedad norteamericana sea la consumidora de drogas más grande del mundo, México seguirá siendo el territorio por el que arriben a ellos.
Por su parte, el senador Santiago Creel Miranda reiteró que la mejor manera de luchar contra del crimen organizado es con el combate a su economía, pues se trata del “negocio más rentable que existe hoy en día y que ha existido”.
En este sentido, manifestó que se requiere una ley que combata la economía de la delincuencia organizada, “pero hay que pisar muchos intereses creados en el sistema financiero, partidos políticos, candidatos y asociaciones religiosas, entre otros sectores.
¿Qué gobierno de minoría política va a poder enfrentar los grandes retos que tiene este país parar ordenar los intereses creados, la élites dominantes? ¿Qué grupo parlamentario con menos de un tercio en el Senado va a poder enfrentar los monopolios del país y reordenar la economía?, cuestionó.
En este contexto, propuso reformar a Constitución para crear un sistema político semipresidencial, que permita la construcción de una mayoría de gobierno para hacer los cambios y reformas que demandan los ciudadanos.
Por eso, destacó, es fundamental que la reforma política tenga rumbo definido, a fin de establecer una mayoría representativa, “que dé como resultado una democracia eficaz, no un gobierno de minorías”.
Por su parte, Pedro Peñaloza, coordinador del texto, señaló que “no puede haber delincuencia organizada si no está cobijada por órganos del Estado”, de tal manera que su combate implica un proceso endógeno de reforma del Estado.
El narcotráfico, reiteró, no se derrota por decreto porque es un fenómeno sistémico y “el peor camino que se ha ensayado en el mundo para combatirlo es creer ilusamente que es sólo mediante la vía del sistema penal”.
Resaltó que está comprobado que a más penas más delito, pues se ha sextuplicado tanto el número de presos como la inseguridad.
“Hay 90 mil personas sin sentencia, de los 230 mil presos que hay en los 447 penales y estamos llevando a cárcel a la juventud, pues el 67 por ciento de la población carcelaria tienen menos de 30 años, apuntó.
El principal problema, añadió, es la crisis social provocada por la desigualdad, ya que el 20 por ciento de la población acapara casi el 57 por ciento del Producto Interno Bruto.
Por su parte, Agustín Carrillo Suárez, coautor de la obra, comentó que la parte de la gobernabilidad es fundamental, ya que ésta se basa en los acuerdos fundamentales, bajo un sistema de leyes, normatividad secundaria y ordenamientos reglamentarios.
Agregó que la gobernabilidad es requisito indispensable para que la sociedad se desarrolle, e implica elementos como honrar compromisos políticos donde se sustenta la economía, salud, educación y empleo.
Por ello, dijo, es en el Congreso de la Unión junto con el Ejecutivo y la Suprema Corte de Justicia, donde descansa este principio de la democracia; “sin ella no se puede avanzar ya que ésta forma a la sociedad”.
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