La senadora priista María de los Ángeles Moreno Uriegas, presidenta de la Comisión del Distrito Federal, afirmó que se necesita con urgencia volver a un esquema de planeación urbana a nivel nacional.
Explicó que en el caso de la Ciudad de México, ésta creció de manera desordenada y explosivamente “sin tener claramente un trazo, una definición de reservas territoriales y una previsión para que en diferentes lugares hubiera reservas que hoy nos hacen tanta falta”.
Al inaugurar la tercera mesa Encuentros por el futuro de la Ciudad de México, advirtió que la mancha urbana seguirá creciendo y más vale que “lo preveamos, que lo organicemos y que le demos una racionalidad como corresponde a un país con 112 millones de habitantes y que necesitan tener una buena calidad de vida”.
En este sentido, anunció que actualmente se analizan las perspectivas urbanas para construir una “ley marco” para las 52 zonas metropolitanas que existen en el país.
Además –indicó-- se busca armar una iniciativa de carácter constitucional que lleve a una “idea metropolitana” de un “continuo” de ciudades que tengan los servicios necesarios con calidad que puedan vincularse y colaborar entre sí.
Moreno Uriegas puntualizó que de las propuestas que se han presentado en estos foros, se obtendrán mejores elementos para legislar correctamente, a fin de contribuir al diseño de políticas públicas y programas consecuentes que permitan llegar a una mejor organización del territorio, ubicación de los servicios y previsión de dónde sí y dónde no construir vivienda.
En tanto, Arturo Aispuro Coronel, presidente del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, consideró que el Distrito Federal tiene futuro pero necesita de un plan con visión integral.
De ahí --dijo-- la enorme importancia de compartir este foro con los legisladores para que esta congruencia de la ciudad con la zona metropolitana, con el país y con el entorno internacional se aborde y se plasme en el plan que queremos.
Agregó que las propuestas y recomendaciones que se han formulado en estos encuentros se harán llegar a los senadores para que se conviertan en leyes y en instrumentos normativos que den certeza al futuro de la ciudad.
Más adelante, al hablar sobre la Ciudad de México y su papel en el desarrollo nacional, el arquitecto Fernando Greene aseveró que de continuar el crecimiento poblacional en zonas urbanas, bajo condiciones de asentamientos similares a los actuales, se requerirán de 25 mil kilómetros cuadrados del área total de la República.
Citó que, según estimaciones para 2045, se prevé un crecimiento poblacional en zonas urbanas de 30 por ciento, lo cual demandará “el .21 por ciento del área total del país”.
El también investigador de la UNAM comentó que el desarrollo urbano en la zona metropolitana estará en el Estado de México y no en el Distrito Federal, lo cual obliga a contar con un proyecto unificado “para planear una ciudad unida hacia el futuro”.
En tanto, el ex presidente de la Federación de Colegios de Arquitectos, José Francisco Reygadas Valdés, afirmó que el Estado no existe como rector del desarrollo urbano, aún cuando tiene la obligación de intervenir con la decisión institucional que aplica a otros temas.
“La falta de una clara política urbana nacional es evidente; sólo basta ver la manera en la que los mexicanos nos hacinamos y al mismo tiempo nos dispersamos para buscar satisfactores urbanos y asentarnos”, enfatizó.
Consideró que el desarrollo urbano tendrá que legislarse a partir de él y no al revés; “hace falta una teoría del espacio y no sólo de la producción económica”.
De lo contrario --advirtió-- “los arquitectos mexicanos nos negamos a seguir pavimentando con buenos deseos tecnocráticos el camino del infierno urbano al que nos dirige la falta de legislación en esta materia”.
Por su parte Eduardo Rincón Gallardo, fundador del Instituto de Vivienda, manifestó que la planeación urbana no ha ocupado en la administración local la importancia debida. “Es una responsabilidad local pero acorde con lineamientos de política regional y nacional que no está claro que tengamos”.
Se necesita perspectiva y pensamiento de largo plazo, pues “la visión de los líderes y su sentido de largo plazo es lo que nos sacará adelante”, puntualizó.
Agregó que las grandes ciudades mexicanas se enfrentan a profundos conflictos internos y a una mala y casi nula planeación, lo que provoca escenarios desintegradores como la violencia e inseguridad, que socava la vida urbana, además de la urbanización salvaje sin planificación.
En el tema de infraestructura y equipamiento urbano pensado entre la relación ciudad y país, Juan Kaye López, ex presidente del Colegio de Arquitectos, afirmó que si los políticos en México siguen construyendo el destino como lo hacen, “de espaldas a los especialistas”, sin considerar opiniones ni propuestas, el colapso es inminente.
Añadió que los políticos no pueden desconocer lo que pasa en materia de desarrollo urbano y económico, pues son actores vivos y causantes, incluso del diseño de políticas no siempre exitosas.
Destacó que el Gobierno federal invierte en infraestructura un porcentaje del PIB de poco menos de 2 por ciento anual, mientras que los países medianamente desarrollados 8 por ciento, por lo que el rezago en la materia proviene de la falta de mecanismos para invertir en ella.
A su vez, Mauricio Rivero Borrel, ex presidente del Colegio de Arquitectos, estimó que no puede haber calidad de vida sin proyectos, diseños urbanos, ordenamiento espacial, inteligencia y sin sustentabilidad.
Y en su opinión existen dos posibles estrategias para trabajar en conjunto: la técnico-política y política-técnica.
Explicó que en la primera se aplican soluciones científicas, sociales, técnicas con trascendencia a través de la política, mientras que la segunda implica hacer política con herramientas técnicas, científicas sin trascendencia social.
En el encuentro estuvieron presentes los senadores del PRD, Alfonso Abraham Sánchez Anaya y Yeidckol Polevnsky Gurwitz, mientras que la clausura estuvo a cargo del senador priista Melquiades Morales Flores.
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