El senador Francisco Javier Castellón Fonseca propuso que la Secretaría de Economía, a través de la Dirección General de Minas, revise exhaustivamente las 22 concesiones otorgadas a la empresa minera canadiense First Majestic Silver Corp para la explotación en la zona que comprende el territorio sagrado huichol de Wirikuta.
Lo anterior, debido a que se podría dañar irreversiblemente la ruta que sigue la Peregrinación a la tierra de Wirikuta, así como a los pobladores de dicho lugar.
El legislador perredista también planteó solicitar a la Dirección General de Minas, un informe detallado sobre las concesiones otorgadas en el 2009 a dicha empresa para la explotación minera en el desierto de Real de Catorce, en San Luis Potosí.
De igual forma, pidió solicitar a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales el estudio de impacto ambiental realizado en el desierto de Real de Catorce, para autorizar la explotación minera en dicho lugar.
Castellón Fonseca informó que el 22 de septiembre de 1994 el gobierno de San Luis Potosí decretó, tanto a Wirikuta como a cada uno de los puntos intermedios de la ruta de la peregrinación, como “Sitio de Protección del Patrimonio Histórico y Cultural y Zona Sujeta a Protección Ecológica Wirikuta”.
Lo que estableció una normatividad que atañe a los peregrinos y a los habitantes que viven dentro del circuito de la peregrinación, precisó.
Por otra parte, expuso que el 9 de junio de 2001, Wirikuta y la ruta histórica de peregrinación, fue declarada Sitio Sagrado Natural, reconociéndosele 140 mil 211.85 hectáreas y protegiendo la ruta que comprende un total de 138 kilómetros.
Sin embargo --destacó-- a mediados del año pasado, se dio a conocer que la empresa trasnacional de origen canadiense, First Majestic Silver Corp, había terminado la etapa de exploración en la Sierra de Catorce, en donde se le otorgaron 22 concesiones mineras en una extensión de 6 mil 326.58 hectáreas.
Explicó que estas hectáreas incluyen territorio por donde pasa la peregrinación de los wixaritari, así como su lugar sagrado Wirikuta, las cuales fueron otorgadas por el gobierno federal en noviembre de 2009 y tuvieron un costo de 3 millones de dólares.
Ante este hecho, los wixaritari manifestaron su profundo rechazo al proyecto minero, ya que sus lugares sagrados son un patrimonio sin precio y de un valor incuantificable para ellos, sus antepasados y descendientes, agregó.
Puntualizó que de este total el 68.92 por ciento se encuentran dentro del decreto de reserva.
Mencionó que los habitantes de esta región exigieron la cancelación de las concesiones de la empresa canadiense, ya que se contaminaría, desecaría el agua que beben y se incrementarían las enfermedades respiratorias y gastrointestinales, debido al uso de químicos, además de destrozar sus tierras y paisajes.
Debemos valorar más la riqueza cultural que la material, haciendo a un lado los posibles beneficios económicos; por el contrario, debemos sobreponer a ellos nuestro patrimonio cultural, nuestras costumbres, valores y pueblos indígenas, enfatizó.
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