Muy Buenos días a todas y a todos ustedes.
Quiero iniciar dándole las gracias por esta oportunidad al Padre Quirce y también a Carlos, Ramón y a Leonardo por estar nuevamente hoy aquí con ustedes en la Universidad Anáhuac.
La verdad es que le digo a Carlos que su presentación me puso un poco nervioso, porque me dejo muy pocas cosas que decir de lo que quería platicar con ustedes.
Voy a ver si reordeno mis ideas y platico con ustedes de algo que pueda ser interesante alrededor de lo que llamamos las reformas necesarias que deben de suceder en México.
Tomo dos conversaciones, la primera, la de hace unos minutos con el Padre Quirce Andrés, que me decía, “¿Cuánto tiempo hace que no venía a la Universidad Anáhuac?”, y recordaba que lo hice en momentos sumamente críticos del 2006, 2007 cuando parecía que después de unas elecciones sumamente difíciles como las que se vivieron en ese año, de orden presidencial, todo parecía descomponerse, deshacerse, y había una crisis constitucional que difícilmente nos pudiera llevar a conservar una estabilidad económica, recuperar una fortaleza, para lograr crecimiento económico y empleo, y con esto encontrar mejores formas de ayudar a que la vida de los mexicanos fuera mejor.
Era en ese año del 2006, donde el debate era profundo al respecto de los resultados electorales, y muchos de nosotros tuvimos que tomar una decisión, de cómo apoyarnos en las instituciones que habíamos creado para la calificación de las elecciones, darla por buena la calificación que hiciera el Tribunal Electoral del Poder Judicial, y con esto instalar un gobierno en la exigencia de que hiciera las reformas necesarias para que esto ya no volviera a ocurrir.
Es así como han transcurridos estos últimos 4, casi 5 años, en una exigencia permanente por hacer reformas por las reformas necesarias, que le convengan al país.
Pero aquéllas reformas que no busquen empoderar más a los partidos políticos o a los políticos que ya suficiente poder pueden tener, sino las que propicien, auspicien, faciliten el crecimiento económico y el empleo que tanto se necesitan en México, que es la única manera con la cual nosotros vamos a superar los grandes retos.
El día de ayer, lo platicaba también –por eso le dije dos conversaciones-- con un político muy joven, muy interesante, de nombre Nicholas Clegg, él es el Viceprimer Ministro de Inglaterra, un hombre carismático, inteligente, forma parte de una fuerza pequeña en Inglaterra, que no obstante lo pequeño de esa fuerza, pudo ayudar a que se instalara un gobierno, porque las últimas elecciones no daban lo suficiente como para que el triunfador, o el tenedor de mayores votos, pudiera entrar a ocupar la oficina del Primer Ministro, y seguir haciendo que Inglaterra conservara una estabilidad política.
Él logró hacer un gobierno de coalición y ese gobierno de coalición se obligó a darle, o crear ese Viceprimer Ministro de Inglaterra, que la ocupa Nicholas Clegg, y que está encargada de hacer las reformas necesarias de un sistema muchos más antiguo que el mexicano, pero que ya demuestra que no está funcionando.
¿Cómo mediante gobierno de coalición, reformas de carácter económico, financieras, fiscales, energéticas, pueden sacar a Inglaterra de un hoyo financiero y económico en el que se encuentra y que está generando una serie de problemas internos que hoy se están viviendo? Uno de ellos es último que tratando se resolver el hoyo fiscal, suben el IVA al 20 por ciento y tienen manifestaciones en todas partes de Gran Bretaña, como nunca las habían tenido en el paso, pero buscando resolver algunos de los problemas.
Era 2006 --regreso a México-- y dijimos, nosotros en buena parte, no obstante como partido político, como sucede y va a suceder cotidianamente a cualquier otro partido político, gana o pierde, nos tocó perder en el 2006, pero decidimos apoyar la instalación de un gobierno, obligándolo, exigiéndole que hiciera las reformas necesarias para que en el 2009 y el 2012 no volviera a suceder lo que tuvimos en el 2006.
Fue así como avanzamos y lo decía muy bien hace un momento Carlos --mi amigo de muchos años-- en construir una reforma del Estado mexicano y contemplaba, primero hacernos cargo de las nuevas reglas de convivencia entre los partidos políticos,.aquello que se había roto en el 2006, o parecía que había elecciones no equitativas, las pusimos en un nuevo contexto, un nuevo modelo de comunicación política que surtió ya efectos en el 2009, en donde procuramos que la lucha sea mucho más equitativa y que el dinero no sea la influencia principal que vaya ladeando el sentido del voto de los ciudadanos en cada elección.
Hoy en día, entonces, los medios de comunicación concesionados tienen que poner tiempo de por medio y a disposición de los partidos políticos, para que estos puedan saber cuáles son sus intenciones, ideas, propósitos, y no es como en el pasado, que podía saberse más de quien más dinero tenía, y menos de quien menos dinero tenía.
No es una formula fácil, incluso el modelo es inédito, lo tuvimos que trabajar con unos teóricos y prácticos de la Organización de las Naciones Unidas, que estuvieron muy atentos a nosotros.
Pero no acababa ahí, porque México no debe de terminar simplemente en resolver los problemas que le traen las elecciones de cada año, sino de qué manera las elecciones vienen a resolver los problemas de México en el futuro.
Por eso continuamente escribo en diferentes espacios a los que tengo acceso, que una de las discusiones más importantes que debe haber en el futuro --y me refiero en los próximos meses y el próximo año es en una competencia política de los partidos políticos y sus candidatos-- debe de girar alrededor de explicarles a ustedes, a todos y cada uno de ustedes, para qué quieren los partidos político en el 2012 ganar las elecciones,
¿Qué quieren hacer cuando ganen las elecciones? ¿Hacía dónde van a dirigir en buena parte sus esfuerzos, o se trata simplemente del poder por el poder, y seguir administrando la mediocridad del crecimiento, o verdaderamente desean hacer lo cambios que mejoren las condiciones de vida? Y estas solamente se pueden lograr con crecimiento económico, empleo y justicia, para esto, se necesitan ideas concretas al respecto.
¿Qué es lo que planteamos un grupo de senadoras, senadores y amigos que alrededor de una corriente progresista buscan hacer reformas? Creemos nosotros que necesariamente en México debe haber cuatro reformas.
Ya pasamos en estos tiempos, y creo que ustedes hoy están estudiando los alcances de las mismas, una reforma electoral, en el sistema de pensiones del país que es tan importante, una reforma energética, que si bien es cierto, no llegó a todo lo que se quería, no menos cierto es que se enrutó hacía el lugar correcto, y deben venir más reformas al respecto del tema energético y sobre todo petrolero.
Lo importante era tirar al bote de la basura algunos tabúes y dogmas, no todos, porque no es posible en ocasiones hacerlo de manera cordial.
Pero con esas reformas, ¿Cuáles son las que adicionalmente faltan? Porque también hay una reforma en materia de justicia, que ustedes como jóvenes van a tener que implementar en el futuro.
Hemos cambiado la idea de lo que pueda ser una justicia que dependa en mucho de lo que puede ser un declarado culpable previamente, sino que giré alrededor de la presunción de inocencia.
Hoy hay una película sumamente popular al respecto del presunto culpable, bueno, este sistema ya se cambió. Lo que pasa es que el periodo para la adaptación del sistema de justicia --que ya hicimos-- es de ocho años, de los cuales ya han pasado tres.
¿Por qué ocho años? Porque cambiar el sistema hacía la presunción de inocencia, en juicios orales no es tan fácil, sobre todo para cambiar los criterios en los que se han desenvuelto, en las últimas décadas, muchos jueces que viven del procedimiento de Ministerio Público; jueces en lo obscurito para resolver resoluciones que son impugnables en algún otro lugar.
Bueno, pero ya hicimos esas reformas que a ustedes les tocará consolidarlas, porque son parte de la nueva historia de México, a nosotros simplemente aprobarlas y dejarlas para que al madurar estén muy bien cuidadas por las nuevas generaciones.
Pero faltan algunas otras, y todas ellas --quisiera decirles-- que deben tener un sentido positivo. ¿Sirven para el crecimiento económico, el empleo y la justicia? Perfecto, Hagámoslas. Si no sirven para eso, no son necesarias, son caprichosas y sirven a los políticos, o sirven a los partidos políticos.
¿Cómo las distinguimos, entonces? Creo que es como una mesa que tiene cuatro patas. Una de las primeras patas que debemos construir es la nueva gobernabilidad en México.
Una gobernabilidad sumamente democrática, funcional, con un presidencialismo que tenga pesos y contrapesos de a de veras, un presidente que tome posesión --sí, como hasta ahora, por 6 años-- pero que necesariamente, obligadamente, tenga que hacer pasar sus nombramientos por otro Poder que califique la pertinencia y la aptitud de cada uno de ellos.
Esto se habla como la necesidad de ratificar cada uno de los nombramientos del Presidente.
Hoy en día --este Presidente pudo hacerlo, el otro, también y el anterior, porque así es el sistema. Puede nombrar caprichosamente a quien él desee como Secretario de Economía de mi país, aunque no tenga todos los méritos. No estoy hablando del actual, del anterior o del otro, sino estoy hablando de que no debe ser de esa manera.
Le he preguntado a muchos empresarios importantes de mi país: ustedes están deseosos de que esta administración termine porque seguro se quieren llevar al Secretario de Economía como director de su empresa; y me dicen: ‘ni Dios lo quiera’; y yo le digo: Por qué lo nombran Secretario de Economía de mi país. Es donde debe estar lo mejor que administre el patrimonio de todos, pero en fin.
También lo puede hacer con el Secretario de Comunicaciones. Creo que con éste Secretario de Economía lleva 3 en 4 años; Secretario de Comunicaciones, creo que también lleva 3 en 4 años; Secretario de Educación, que es algo tan importante --para mí y para todos nosotros-- creo que va por el segundo, pero este segundo anda dando la vuelta por el país, en lugar de presentando el libro de texto gratuito, un libro que dice que es panista. Creo que va a ir el tercer Secretario de Educación ya muy pronto. Cuatro secretarios de Gobernación.
Cada vez que quiero negociar con uno de ellos, les dejo un memorándum escrito con copia para el que llegue posteriormente. Me ahorra mucho tiempo para las negociaciones.
Y así podría seguirles diciendo de cada una de estas oficinas que deberían estar ocupadas por los más aptos, los más preparados, los más inteligentes; no los más cuates, los más amigos, o los que correspondan una cuota, porque también el Gobierno se va llenando de cuates y de cuotas, cuando lo que debería, es estar lleno de aptos, de capaces, de los mejores, de las universidades, de quienes han probado su valiosa participación.
La ratificación del gabinete ayudaría mucho, porque entonces el Presidente pondría especial esmero en enviar la ratificación a gente de verdadera calidad.
Voy a platicar una historia que lo ejemplifica y lo voy a poner en la autocrítica: en el PRI. Creo que fue en el año 2000, el Presidente en turno, Ernesto Zedillo no hallaba qué hacer con el presidente del PRI, y lo hizo Secretario de Salud, y es un gran abogado, lo conozco muy bien, de veras es un hombre de mis aprecios, pero lo hizo secretario de Salud.
Le dije, oye, ¿porqué lo haces Secretario de Salud?, ‘porque era lo único que tenía desocupado’. ¿Y qué culpa tiene el país de que era lo que tenía desocupado? Hay que quitarle esa parte caprichosa al Presidente, no las facultades de nombrar, él debe seguir nombrando, pero debe nombrar gente de mayor calidad, para beneficio de nosotros.
En los Estados Unidos, que es un sistema presidencial, más de 450 funcionarios son ratificados por el Senado. No se nota tanto, ¿por qué? Por que el Presidente en turno ya sabe que no puede mandar a cualquiera. Entonces casi siempre manda a alguien que sabe que va a aprobar, y por eso las cosas se facilitan, pero entonces ellos están blindados.
En el caso de que el Presidente de ese gran país algún día se vuelva loco, ese sistema de ratificación protege al sistema, protege al gobierno, generando que estén a su alrededor los más aptos.
Ganaríamos algo adicional, y ustedes me van a acompañar en esta lógica de la necesidad de la ratificación: un Presidente inteligente, rodeado de un gabinete mediocre --ustedes imagínense lo que quieran-- nos lleva a resultados mediocres. Un Presidente mediocre, rodeado de u gabinete inteligente --no es el caso-- da resultados inteligentes.
Las otras dos hipótesis, para qué las seguimos, un mediocre con mediocres, da mediocridad; inteligente con inteligentes, nos sacamos la lotería. Pero no es de lotería, es de sistema político, de reformas que se tienen que hacer.
Yo no sé porqué el Presidente en turno, llámese como se llame, primero piensa que es inmortal. Ustedes saben que no tenemos resuelto qué hacer en caso de ausencia absoluta del Presidente. Esto se queda descabezado.
Bueno, la Constitución dice que el Congreso, con la agilidad característica, resolverá quién se hace cargo del Gobierno. Pueden pasar meses, todavía no han podido nombrar a consejeros electorales del IFE, imagínense un Presidente de la República.
Hay que resolver ese asunto, pero cuando se le plantea al Presidente en turno, hay uno de ellos que respondió: ‘oye, me quieres zopilotear’. No, se trata de resolver institucionalmente un evento.
El otro, los presidentes que creen que lo único que hace falta para que el sistema funcione es que ellos sean presidentes, con eso se resuelve. Hay algunos que andan de candidatos, y dicen: ‘déjenme igualito el sistema, nomás falta que llegue yo’. No, hacen falta que nos demos garantías.
Una reforma política que busque que el presidencialismo sea mejor, que busque que el Congreso sea mejor. También que exista gente más profesional en el Congreso. No es sólo de tamaños: que no sea de 500, que sea de 400; que los senadores ya no sean 128, sino 96.
No es de tamaños es de funcionalidad y calidad, y lo único que le puede dar calidad al Congreso es premios y castigos.
Hay que aprobar la reelección, que se vean sujetos – todos ellos- a que la gente diga éste sí funciona, éste sí es de resultados, éste es profesional y éste que vaya, no lo quiero volver a ver-.
Pero en este tema de premios y castigos, vas profesionalizando el Congreso como ya profesionalizaste el Ejecutivo. Pero hace falta una cosa sumamente importante, ¿y los ciudadanos qué, en una Reforma Política? Porque dirán el senador Beltrones ya nos habló del Presidente, ya nos habló del Congreso y no nos ha hablado de nosotros.
Creo que es la hora de desempolvar, sacar adelante las cartas ciudadanas, candidaturas independientes de partidos políticos, que un ciudadano no tenga la necesidad de militar en un partido político -si no se le da la gana- para ser candidato a un puesto de elección popular, siempre y cuando cumpla con ciertos requisitos.
Porque de los contrario las boletas electorales en el futuro van a parecer rollos del papel de baño – todo mundo se querrá registrar-. No, debe tener ciertos requisitos. Pero también los ciudadanos deben recuperar algo muy importante, un derecho de iniciativa.
Aquí en esta magnifica casa de estudios puede generarse como siempre una gran idea, que les gustaría que fuera llevada a una iniciativa que transformara una ley. Reunidos – todos- consientes que así es y sin que tengan un diputado o un senador que escuche –porque ya no regresó a verlos- ustedes juntan suficientes firmas, como las que han electo cualquier diputado, y se instalan con el derecho de iniciativa ante el Congreso.
Venimos en facultad específica a decir: esta es la iniciativa que queremos que ustedes revisen y estaremos pendientes de que la aprueben. Hay que darles derecho de iniciativa a los ciudadanos organizados. También hay que darles un instrumento importante, no quiere el Ejecutivo, no quiere el Legislativo ir al análisis de una iniciativa trascendente, la consulta popular y el referéndum.
Hay que liberar la fuerza de la ciudadanía para que mejoren los políticos, las políticas públicas y el gobierno en general.
Esta es una de las patas de la mesa importantes que tenemos que construir todos nosotros, Reforma Política que ayude con el mejoramiento de la calidad del gobierno a crecer, a generar empleo y hacerlo más equitativo.
Pero si ya estamos entrados en gasto, la siguiente pata que tenemos que construir de las nuevas instituciones en México –porque aquí hay nuevas instituciones, en las que acabamos de platicar- es la de certeza jurídica para los jugadores economitos.
Los órganos reguladores de la economía, hoy en día no son del Estado Mexicano, son órganos reguladores del gobierno en turno, que terminan siendo órganos simuladores de la regulación económica- voy por partes y repudio-.
Primero órganos importantes de regulación, voy a poner tres ejemplos: competencia, telecomunicaciones, energía –por cierto que ustedes van a verlo en éste seminario-.
Competencia, es un órgano regulador del Estado mexicano, que acaba de salir a la opinión pública ante un diferendo que se esta dando entre tres grandes de la economía mexicana –tres grandes elefantes que se agarran a trompadas públicamente, alzar su dedito de hormiguita y decir, no me dejan mediar, no –.
El Estado mexicano pone orden, para eso son los órganos reguladores para dar certeza jurídica y orden, tenemos que generar un órgano regulador independiente del gobierno, con reglas muy claras con nombramientos transexenales, que vayan más allá del gobierno en turno y que nos den certeza jurídica de que va haber competencia en éste país y que la competencia nos va a traer beneficios a nosotros.
Que las tarifas, que los bienes públicos sean más baratos para todos nosotros, por que si no nos sirve a nosotros, entonces no sirve una reforma, si no genera crecimiento económico, empleo y justicia, no sirve la reforma.
Voy a poner otro ejemplo, telecomunicaciones, hace poco platicaba con un dueño o representante de una compañía que me decía; en el Senado de la República impugnan y mucho una licitación que se hizo de 2 radio frecuencias para la competencia y entonces nos hace daño a nosotros como compañía -decía el representante de la compañía- y yo le comentaba al dueño o representante de la compañía, que no era nada personal, es nuestro debate sobre los órganos reguladores.
El órgano regulador, -éste que dicen que es del Estado-, Cofetel, tiene cinco miembros que son nombrados arbitrariamente por el Presidente del a República y son transexenales: es decir van más allá de su gobierno.
En ningún lugar del mundo podría justificarse que un Presidente le nombre los funcionarios a los siguientes gobiernos –es que quien llegue lo vas a quitar de todas maneras- por eso debe haber ratificación de ellos de carácter transexenal, pero son cinco miembros. Esos cinco miembros vendieron dos radio-frecuencias supuestamente para que exista más competencia y entonces los servicios bajen, cosa que no ha sucedido.
Pero lo vendieron de la siguiente forma: votaron dos a favor, uno en contra, una abstención y un ausente. Otra vez: ¿vendieron ustedes un bien público con dos a favor, uno en contra y un ausente? Por cierto, estos dos --abstención y ausente--, ni que fueran diputados o senadores que pueden llegar a ausentarse, abstenerse, como órgano de deliberación. No, ellos son órganos de decisión.
Es como si llegara a la Corte, alguno de ustedes con un juicio de amparo y le dijeran la sala penal, que se forma por cinco, yo me abstengo, yo me ausento, dijera otro ministro. No ellos no tienen derecho ni a abstenerse y ausentarse, ellos dicen sí o no, punto.
No tienen derecho a abstenerse y ni ausentarse, el que vende un bien público en un órgano regulador no tiene derecho abstenerse y ausentarse.
Y si entonces no tienen derecho, nos quedamos con tres votos. Lo voy a poner más difícil, son dos a favor nada más de cinco; y por cierto uno de ellos está denunciado en la Procuraduría porque no cumple con los requisitos para ser consejero de Cofetel.
Bueno, entonces se quedó con un voto la venta de un bien público, que algunos dicen que es de regalo. Esas cosas son las que no deben suceder y no sucederían con un órgano regulador del Estado mexicano, perfectamente bien instalado para la competencia, para las telecomunicaciones y su modernización, y el otro es el de la energía.
Nada más que la comisión reguladora de energía como órgano regulador, es un órgano recaudador de Hacienda, no regula nada, ellos dicen cuáles son las tarifas horas pico que les deben cobrar a algunas empresas, pero no regulan realmente la competencia y más la posibilidad de acceder a otros tipos de energías.
¿Para qué sirven los órganos reguladores del Estado? Para el crecimiento económico y el empleo que tanto necesitamos, que nos urge a los mexicanos, esa es la otra pata de la masa, una tercera pata de la de mesa es una Reforma Hacendaria, lo que tenemos no sirve.
La recaudación en México es verdaderamente vergonzosa frente a otros países que pertenecen a la OCDE.
Pero es tal, porque desde hace tiempo viene el sistema fiscal haciendo agua, traemos un 40 % del mercado en la informalidad, seguimos trabajando alrededor de un sistema fiscal que busca incrementar impuestos a los mismos, ni tan siquiera abrir la base gravable.
Nosotros estamos presentando una reforma, mi Grupo Parlamentario y yo, -he trabajado 18 meses en ella-, que creo puede resolver en buena parte el enrutar la recaudación y el gasto, y sí, se pueden conseguir más recursos incluso bajando los impuestos, pero haciendo que todos paguen, porque si todos pagamos habrá más recaudación y todos podemos pagar menos.
Hay que acabar con los privilegios, cero privilegios, ese el punto, hay que corregir este tema.
Por cierto un sistema hacendario debe servir no para hacer más rico al gobierno, que eso es lo que no entiende el gobierno, el gobierno dice' ¿cuanto más me da?, ¿cuanto más recaudo?, ¿qué tan rico voy a ser?, me vas a dar mas de cien mil millones, me vas a quitar cien mil millones'. Se trata de que México vuelva a crecer, que genere empleos, facilitar el pago de nuestras responsabilidades.
Hoy en día resulta difícil aceptar pagar y más difícil ir a pagar, tenemos que resolverlo, claro esto es un debate difícil ¿no?, ¿saben porque es difícil?, por eso se llaman impuestos, sino fueran impuestos se llamarían consensos; vamos a consensar los pagos que tenemos que hacer los ciudadanos, jamás llegarías a un acuerdo.
Hay que buscar una fórmula que nos resuelva el hoyo que tenemos, y eso sería la tercera pata, y dirían ustedes, ¿cuál es la cuarta pata de la mesa? Pues la que se imaginan, la cuarta pata es la seguridad pública, pero ¿por que lo toco de esta manera? Porque sí nosotros queremos resolver la seguridad pública sin atender antes toda esta ruta, mejores gobiernos de más calidad, órganos reguladores, certeza jurídica, mejor recaudación y mejor gasto para el crecimiento económico y el empleo, atendamos la seguridad pública, porque tendremos mejores opciones para muchos mexicanos, y entonces el combate no va a ser tan violento.
Pero si queremos ir directo a combatir a la delincuencia, que se nutre de mano de obra barata por la falta de oportunidades de empleo y crecimiento económico, lo que vamos a tener es violencia, mucha violencia y mucha muerte.
Se habla -- no sé cual sea la cifra en este momento de treinta y cinco mil, treinta y siete mil muertos, cuarenta mil, podrían llegar a ser cincuenta mil en el sexenio.
Cincuenta mil fueron los soldados americanos que se murieron en Vietnam, ¿nos resolverá el problema seguir en esa ruta de muerte?
O nos resuelve el problema tomar una ruta de vida, pero de una vida mejor en crecimiento económico y empleo, y este es el debate.
Este debate es el que ustedes tendrán que dar como juventud en los próximos años, ante lo insatisfactorio de los resultados de los últimos años, en el que hemos participado muchos de nosotros, ustedes forman parte de esa nueva generación que estará atenta de las mejores políticas públicas.
Lo que nos toca a nosotros en esta etapa de nuestra vida, nada mas intentar construir estos acuerdos, dejarlos como patrimonio de un sistema político modernizado, y que vengan las nuevas generaciones a hacerlo funcionar de mejor manera para beneficio del país.
Pero esto es lo que yo les quería decir, pero estoy seguro de que ustedes me quieren preguntar otras cosas.
Muchas Gracias.
SESIÓN DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Pregunta.- Sobre lo que comentó de la reforma hacendaria, estaba diciendo que se debería aumentar la base gravable, pero también comentó que en México hay mucha informalidad. ¿Cómo se puede hacer para que todas esas personas puedan pagar impuestos?
Otra pregunta acerca de la educación, porque habla de la reforma energética, pero la educación la dejan a un lado y usted comentó que es algo muy importante.
Pregunta.- ¿Qué papel tiene la identidad nacional mexicana para poder lograr estas reformas? O sea, ¿tiene un papel para no lograrlas o qué es lo que tenemos que cambiar para realizarlas?
Pregunta.- ¿Qué tan importante es reformular el pacto social para poder lograr este proyecto de Nación y cómo se puede lograr?
Pregunta.- Le reitero al senador Beltrones que sí viene en nuestra Constitución, viene en el artículo 84 constitucional lo del Presidente interino y aparte viene un Presidente sustituto, en el último párrafo.
También le quiero decir, cómo es posible que se pueda decir que un secretario de Salud pueda ser un abogado; sería tan absurdo como decir que un senador no es jurista.
Respuesta.- Esto es para alusiones personales. Si lo dije y quizá no lo supe expresar bien, sigo manteniendo que aún cuando el Artículo 84 Constitucional señale que el Congreso resolverá el caso de ausencia absoluta del Presidente, y para eso está el provisional y el interino, para que el Congreso --creo haberlo dicho-- se ponga de acuerdo de cuándo nombra al provisional y después al interino, pueden pasar si no días, semanas, meses, años.
Dicho lo anterior pregunto: ¿el país aguanta que el Congreso no se ponga de acuerdo en quién va a ser ese Presidente en una semana, un mes, un año, y el sistema financiero resista la incertidumbre que pase?
Te voy a dar dos ejemplos, uno histórico, de los tiempos aquellos de los años 70’s. El entonces Presidente José López Portillo se sube a un avión para ir a la toma de posesión del primer gobierno de izquierda en Latinoamérica, Nicaragua. Hoy es el mismo presidente, ya regresó.
Estando en el avión --él lo escribe--, vio a todo su gabinete y vio por ahí a un hombre muy simpático, que era el líder de los diputados, Luis M. Farías. Y le dijo “Luis, tú no viajas, tú te quedas”, porque se habla mucho que los mandatarios pueden sufrir un atentado en Nicaragua, donde --en ese tiempo-- lo que proliferaban eran las dictaduras en toda la región y Sudamérica, instalarse un gobierno de izquierda parecía difícil.
Y Luis --simpático como siempre-- le dijo: “Presidente, llévame, de todas maneras si a ti te pasa algo, a mí nadie me va a hacer caso; habla con el Ejército mejor, porque esos son los que van a tomar posesión”.
Segundo ejemplo, no de grandes luces, pero es un ejemplo: el señor Fox se enferma, va al hospital y cuando está a punto que lo vayan a intervenir de la columna, pide papel y lápiz, y empieza a decir quién debería quedarse en su lugar en caso de que a él le pasara algo.
No, eso viene en la Constitución. Esto no es una herencia.
¿Qué es lo que pasa? Hay que redactar perfectamente bien, aunque un senador no necesariamente sea jurista, pero tendría que decir la Constitución: “…en el caso de ausencia absoluta del Presidente asumirá las funciones como encargado del despacho, mientras el Congreso decide quién es el Presidente Interino, el funcionario de más alto rango que señale la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal”. ¿Alguien lo anotó? Porque lo quiero llevar al Congreso.
Eso es a lo que me refiero, la funcionalidad del sistema, cómo la armamos verdaderamente para que no existan esos vacíos. No es desconocimiento de la Constitución, sino que estamos buscando mejorar las prácticas constitucionales.
Pero en fin, el punto está en que la informalidad hoy en día es del 40 por ciento. Si hay un 40 por ciento de mercado informal, quiere decir que el sistema de recaudación se está apoyando, supuesta y teóricamente, en el otro 60.
Por mucho tiempo se ha pensado que combatir la informalidad se puede hacer a través de la represión. Ahí andan los vendedores ambulantes, los tianguistas y muchos otros en la informalidad.
Yo tengo una encuesta que dice --en sentido inverso a lo que señalan algunos que comentan ciertas cuestiones--, que nadie de quienes están en la informalidad siente que está en la ilegalidad. ¡Qué interesante! ¿Verdad?
Los informales no se sienten ilegales, y tienen razón. Ellos dicen “los ilegales son los que venden contrabando, mercancía robada, adulterada; nosotros estamos en la informalidad porque no ha habido crecimiento económico ni empleo, y hemos tenido que salir a esa informalidad para poder mantener a nuestras familias y darles educación”.
¿Qué hay que hacer con ellos? ¿Castigarlos, perseguirlos? Cuando alguien quiere ir a combatir la informalidad con la fuerza pública qué sucede, hay confrontaciones y enfrentamientos naturales; la gente está defendiendo su plaza de trabajo, lo que le hace mantener a su familia.
¿Qué hay que hacer? Hay que pasar al estímulo. ¿Qué quiere decir esto? La propuesta de reforma hacendaria que nosotros traemos viene con un impuesto de control.
Si bien es cierto que decimos que el IVA baja del 16 al 13, también decimos que hay un 3 por ciento que sería un impuesto de control. Terminaríamos pagando 16, como ahora, pero si tú tienes recibo, factura, entran a un sistema de devolución con lo cual se premia el mercado formal.
Tú vas al mercado formal, te regreso el 3. Tú vas al mercado informal, de todas maneras tienes incluido el 16, no te regreso nada.
El estímulo está funcionando en otras economías. La informalidad en Brasil, sobre todo en un espacio que es en Sao Paulo, se redujo con el impuesto de control.
Nosotros estamos proponiendo el impuesto de control. A la Secretaría de Hacienda no le gusta, porque dice que es muy latoso; mejor no lo cobramos, si lo vamos a devolver mejor no lo cobramos. Es que el espíritu es que todos pidan recibo.
Ahorita hay 40 mil auditores en el SAT. ¿Qué es lo que tendríamos con esta devolución? 100 millones de auditores. Todos y cada uno de ustedes y nosotros seríamos un auditor en la calle, pidiendo recibo.
A poco no les ha sucedido algo tan común en México, que llegan a un negocio y se encuentran al o la dependiente, y después de comprar su camisa le hacen la pregunta que parece sencilla, que es ordenada, muy común: ¿la quiere usted con factura o sin factura? O sea, ¿cómo la quiere, legal o ilegal?
Es un tema cultural. Bueno, hagámoslo, que todo mundo quiera factura o quiera recibo, y con esto venzamos la informalidad a través del estímulo.
No encuentro otra forma de poder atacar la informalidad si no es con estímulo. Y estoy convencido que el paquete de la educación es tanto o más importante que cualquier otra reforma, pero para trabajar una reforma en la educación, lo primero que tenemos que hacer es darle permanencia al secretario de Educación, darle rango y calidad al secretario de educación para hacer una planeación sexenal.
En los últimos 15 años he contado siete secretarios. No puede hacerse una planeación en educación, con tanta inconstancia y falta de seriedad, en fin.
Sí, educación de calidad. Y en lo personal dividiría a la Secretaría de Educación en el tema de educación elemental o básica, y en la parte profesional debe ser otra idea para que tenga destinto la educación, no nada más el propósito de educar para que después no sepan a dónde ir a trabajar.
La verdad es que aquí sí puedo hacer agua, en el tema de identidad nacional. Entiendo esto como un proyecto nacional.
El tema que estás desarrollando, me confunde porque hay un proceso de identidad nacional o identificación nacional hoy en ruta, o la identidad nacional que es como proyecto de Nación para identificarnos como un pueblo distinto, con políticas públicas distintas que nos hagan aparecer como aquellos que sabemos cuál es el rumbo que hoy debe tomar el país, diferente a lo que vivimos en el pasado.
Si es ese, es un ejercicio, una tesina que estoy convencido es necesario la abordemos de diferentes ópticas, pero que una de ellas sea ésta, la de la ruta, el rumbo de los cambios y las instituciones en el país.
De lo que tú deberías de alejarte --si estás haciendo una tesina de esas, y es mi recomendación enormemente respetuosa-- es del voluntarismo; o sea, todo es voluntarista en este país.
Yo tengo voluntad de hacerlo y se me acabó la voluntad; se me fueron las ganas, porque hoy sí traías ganas. Lo único que hace que permanezca un proyecto nacional, son las instituciones.
Trabajemos alrededor de las nuevas instituciones del Estado mexicano, y éstas entonces darán certidumbre en el rumbo para la generación de una identidad nacional distinta a la que hoy tenemos.
De lo contrario tendríamos que trabajar sobre las dos cosas, que no vayan ustedes a cometer el error de trabajar alrededor de muy buenos deseos, sino de mejores instituciones que garanticen el cambio de la identidad nacional alrededor de un proyecto de Nación ,pero con instituciones.
Por ahí andan políticos que hablan de proyectos de Nación, pero no hablan de nuevas instituciones.
Lo único que te asegura esto, son las instituciones, de lo contrario, puede ser flor de un día. Ojalá nos encontremos uno bueno, pero al rato nos cae uno malo y todo se echó a perder.
Giren alrededor de qué nuevas instituciones necesita este país. El tema nueva institución para la educación, giremos alrededor de la creación de las nuevas instituciones; yo hablé de varias instituciones que se tienen que crear para la gobernabilidad, para la certeza económica y jurídica.
Ustedes deben trabajar sobre las nuevas instituciones para la identidad y el proyecto de Nación.
Es algo que me gustaría mucho acercarme y ojalá me dejen estar atento a lo que puedan ser sus conclusiones, pero aléjense del voluntarismo.
Pregunta.- Senador, muchas felicidades, extraordinaria exposición como todo un estadista que es usted. En relación a la semana de relaciones internacionales en materia de seguridad energética, usted hizo mención a la reforma del 2008; mencionó que hace falta dar pasos adelante para continuar con esta reforma, porque nuestro país necesita de energía.
Lamentablemente dependemos en nuestro país del 85 por ciento de nuestra energía primaria, que proviene de los hidrocarburos.
La reforma del 2008 hasta la fecha, no nos ha dado un solo barril de petróleo. Entonces, sumado este tema al otro que mencionó sobre la seguridad jurídica que necesitamos, ¿usted opina que es necesario o cuál es el contenido necesario de esta reforma energética y qué es lo que podríamos hacer para adoptar de mayor seguridad a los inversionistas internacionales?
¿Las reformas que acaban de proponer algunos senadores para reformar el artículo 28 constitucional, usted la considera necesaria?
Pregunta.- Senador, diputado, gobernador, por mencionar algunos. ¿Qué sigue? Todos sabemos, la dirección del país en la política y más del PRI.
Le pregunto senador, ¿presidenciable?
Pregunta.- Mi pregunta es acerca de la reelección. ¿Considera usted que sería conveniente para el Ejecutivo y si cree que debería haber cambios en la duración de los cargos?
¿Cree usted que el pueblo mexicano está preparado para el grado de compromiso y participación ciudadana, que implicarían reformas como las iniciativas ciudadanas o el referéndum?
Respuesta.- Grilla ¡eh! Conste que yo no inicié esto.
La reforma del 2008 --ojalá y en esta ruta de este día que van a ver los retos energéticos, que me gustaría mucho que ustedes consideraran-- rompe tabúes y mitos; no todos, porque en ocasiones es muy difícil conservar la estabilidad política, que se pone en riesgo con ciertos mitos y tabúes, pero varios de ellos se rompieron.
Hoy tenemos una industria energética, en este caso petrolera; una industria que tiene más auditoría de gestión. Antes del 2008 PEMEX tenía que depender de la Ley de Obras Públicas del gobierno federal.
Esto quiere decir que para hacer algún concurso en PEMEX de obra pública, debería parecerse a ser una carretera, un edificio, cualquier otra cosa.
Hoy la Ley de Obra Pública de PEMEX es un reglamento al que se atiene PEMEX y ya no a la del gobierno federal, como también tiene un reglamento para adquisiciones.
PEMEX hoy en día tiene más libertad para actuar como empresa competitiva, que la que tenía en el pasado. Esto es importante.
Las adquisiciones también que era adquirir una plataforma petrolera, era como ir a cubrir todos los requisitos para adquirir unas tasas de baño es escritorios para la Secretaría de Función Pública o de mejoramiento del ambiente. Hoy ya tiene sus propias reglas su autonomía de gestión.
Se buscó también que su Consejo de Administración tuviera –no ha funcionado todo lo que quisiéramos-- consejeros independientes profesionales, para que el Consejo de Administración no estuviera simplemente compuesto por funcionarios públicos que el gobierno o el Presidente en turno quiera: el secretario de Energía, secretario de Hacienda, el secretario de no sé qué y el otro secretario, más los del sindicato, y entonces ellos hacían el Consejo de Administración y nadie le aportaba algo novedoso.
Todavía no se acomodan bien, porque muchos que ven a los consejeros independientes no los aprecian en toda su dimensión, pero creo que va en la ruta correcta.
Trabajamos también sobre contratos incentivados, no sobre contratos de riesgo que es en donde estuvo el gran debate.
El gran debate son los contratos de riesgo en el mundo, siguen existiendo o la ruta de todas las empresas petroleras, las más importantes, incluso Petrobras, van a hacia contratos incentivados de compromiso, giran más hacia contratos incentivados que a contratos de riesgo, porque los contratos de riesgo a lo que nos llevaban nada más es a poner a disposición en bolsa, de aquellos que llegaban a los bloques con contratos de riesgo, el poderlas hacer efectivas de manera inmediata, pero no explotarlas debidamente.
Algo está pasando que no han sido muy ágiles en PEMEX para implementar estas reformas, pero por ejemplo ya hay unas, ya salieron los primeros contratos incentivados para empresas mexicanas y extranjeras.
Y están saliendo también para revisar pozos maduros, que esto es muy importante, porque PEMEX se dedicó más a buscar cómo extraer petróleo en el Istmo, en Chicontepec, y creo que eso no le estaba dando tanto resultado, por eso ni un barril de petróleo más; pero, según lo que nos han comentado ahora, fueron a llevarnos el Plan Nacional de Estrategia Energética, que lo tenemos que aprobar anualmente nosotros en el Senado, y nos dicen que este esfuerzo que se va a hacer en pozos maduros, podría darnos hasta 800 mil barriles adicionales de petróleo.
¿Qué son 800 mil barriles adicionales? Es un mundo. Son los que hemos perdido en Cantarell por una sobre explotación torpe y son los que estamos perdiendo ya en un pozo más abajo, que se llama “Koo Maloob Zaap”.
Y si no tenemos 800 mil barriles más, vamos a tener un problema si tampoco tenemos reforma fiscal en los ingresos.
Entonces creo que llevan un camino correcto en la ruta correcta, pero todavía no es todo. Deberíamos hacer un esfuerzo, sobre todo en energía alterna; un esfuerzo de inversión también en algunas otras tareas, que nos den la seguridad que vamos a tener la energía de calidad y precio que nosotros necesitamos en el futuro.
Hay algo, nada más no quiero que se me escape del tema de PEMEX. Antes de la reforma del 2008 PEMEX tenía que pedir prestado para pagar los impuestos al gobierno. Eso es ridículo, pero es la verdad. ¿Por qué? Porque PEMEX necesita una nueva expropiación, ahora hay que expropiárselo a Hacienda, que lo tiene dominado.
En la reforma fiscal que nosotros pusimos, hablamos de cómo podíamos mejorar el “cost cap”, que eso lo van a ver ustedes de qué se trata. ¿Cómo se mejora el “cost cap” dándole a PEMEX cerca de 60 mil a 70 mil millones de pesos adicionales para inversión, exploración y explotación?
“No, no, no, es una herejía para Hacienda”. Hacienda dice: “de ninguna manera, primero que ingresen a Hacienda y luego yo se los doy a PEMEX, y le digo que pida prestado otra vez a PEMEX”.
Tenemos que liberar a PEMEX de esto para que sea una verdadera empresa.
Sí estoy de acuerdo con la propuesta de Bueno, del 28 constitucional, sobre materia de inversión en lo que son todos los bienes adicionales a la exploración y a la explotación, el mercado secundario.
Yo sí estoy de acuerdo, vamos a intentar empujarla, creo va en la ruta correcta. Sí creo en ello. Soy muy nacionalista, pero creo en ello.
La reelección, no es para los ejecutivos todavía. Creo que traemos una cultura no reeleccionista, que también tenemos que romper en algún lugar. Y el primer lugar en donde se tiene que romper es en el tema de diputados, senadores, del orden legislativo.
Presidentes municipales, no me atrevería en estos momentos en los que pueden ser muy cooptables a trabajar sobre una reelección, pero si vencemos la primera resistencia, posteriormente pasaremos a las otras. Y de ahí tendría que ir al Ejecutivo.
Esto les tocará a ustedes como nueva generación discutir. Mientras esta generación exista --que es a la que yo pertenezco-- difícilmente aprobaremos una reelección del Ejecutivo de los Ejecutivos en los estados o municipios, pero sí la de los legisladores para mejorar su calidad.
“SÍ me interesa”
Difícilmente alguien quien durante mucho tiempo ha participado en la política y se ha preparado, para observar los problemas y buscar sus soluciones, no estaría en condiciones de decir “me interesa participar en una contienda en la sucesión presidencial” y ese soy yo. Sí me interesa.
Pero te diré qué me interesa más. Hoy, como Presidente del Senado, estoy saliendo a conversar sobre esto para decirles “quiero escucharlos”, pero quiero obligar a los partidos políticos --y creo que esta jornada nos la podremos aventar juntos-- a que se pronuncien, al igual que los candidatos, para qué quieren ser.
¿Para qué quieren ser Presidente o para qué quieren ganar las elecciones?, las respuestas más lógicas serían: ¿El PAN quiere ganar las elecciones del 2012 para seguir gobernando como hasta ahora? ¿El PRD quiere ganar las elecciones para traernos sus divisiones? ¿El PRI quiere ganar las elecciones del 2012 porque dice que sí sabe gobernar? Yo tengo pruebas que no. En muchos lugares no lo hemos hecho bien.
Sintetizar --que ese es el deseo para el que queremos competir-- no ayuda a la reflexión.
Ustedes tienen hoy la oportunidad de poner contra la pared a todos los partidos políticos y a todos quienes quieran ser candidatos, para que digan para qué quieren.
Yo sé por qué y para qué mi partido debe buscar ganar las elecciones en 2012.
Primero, porque debe reconocer que hizo cosas mal, y por eso perdió las elecciones, es un sentido de autocrítica.
Hay otras cosas que hizo bien, que se esmere en las segundas y que evite las primeras.
Tercero, hace tiempo que se nos olvidó crear las instituciones del México moderno.
Ustedes recuerdan --apropósito de esto-- la última institución que se haya creado en este país, ustedes recuerdan cuándo se creó la última institución en México.
Creo que fue el IFAI, en la época del señor Fox, no fue idea del señor Fox, fue idea de un grupo llamado Oaxaca Ciudadano, el cual dijo que era necesario luchar por la transparencia y entonces se creó una nueva institución, no ha habido nuevas instituciones.
Me tocó crear algunas instituciones, como el TRIFE, el Instituto Federal Electoral (IFE), la credencial para votar con fotografía, salieron de mi oficina, de la Subsecretaría de Gobernación, en una negociación del año 1988-1989.
Después, salió también la Comisión Nacional de Derechos Humanos, otra noble institución que hay que perfeccionar y modernizar.
Pero las nuevas instituciones las tienen que crear los nuevos gobiernos.
Estoy listo para debatir dentro de mi partido para qué queremos ganar, y después, estoy seguro que nos pondremos de acuerdo con quién queremos ganar, y si en esa parte uno cabe, pues con muchísimo gusto.
Muchas gracias.
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