Versión estenográfica del mensaje de la senadora Mónica Fernández Balboa, Presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, en el Conversatorio “Derechos Humanos de las Mujeres: Retos ante el COVID-19”.
Gracias. Muy buenos días. Me da mucho gusto verlas a todas, a todos.
A nombre del Senado mexicano, saludo con muchísimo gusto a la excelentísima señora Michelle Bachelet, alta comisionada de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.
De igual forma, saludo con afecto a la doctora Alicia Bárcena, secretaria de la CEPAL.
Por supuesto, a nuestra secretaria de Gobernación, la señora ministra Olga Sánchez Cordero.
Al presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, que quiero hacer mención que es un gran aliado de las mujeres, ha sido un gran aliado de las mujeres en el Senado de la República y cómo no trabajar bien con alguien que respeta a las mujeres y su lucha. Gracias, senador Monreal.
Saludo también al secretario de Relaciones Exteriores, licenciado Marcelo Ebrard, gusto en saludarlo.
Nadine, a María Noel, Belén, me da muchísimo gusto saludarlos. Y, por supuesto en especial, mi agradecimiento y mi reconocimiento por esta invitación, a la senadora Malú Mícher, que siempre está empeñada en que podamos todas sumarnos, y todos sumarnos, para hacer este gran trabajo por las mujeres.
El Senado de la República, celebra este encuentro con dos mujeres extraordinarias, que ilustran en carne propia el liderazgo y la capacidad de las mujeres, ocupando posiciones de gran influencia en la resolución de los problemas globales.
Cuando se habla de empoderamiento de las mujeres, una de las imágenes que inevitablemente nos vienen a la mente, es la de Michelle Bachelet; y qué decir de nuestra querida paisana, Alicia Bárcena.
Para México, el tema de la igualdad de género era, ha sido y seguirá siendo, una prioridad y mucho más para la Legislatura actual.
Hay que decir que la igualdad de género, era al mismo tiempo una meta y un desafío antes del COVID. Como ustedes recordarán, justo antes de la irrupción de la pandemia, el problema de la violencia y la discriminación de las mujeres, estaba en el centro del debate y de la agenda política, no sólo en México, sino en varias partes del mundo.
Sobre todo, por este resurgimiento del feminismo que, con expresiones y una fuerza inédita, demandaba acciones urgentes y contundentes en contra del machismo, la misoginia y el patriarcado como una forma de dominación histórica.
La pandemia no solamente ha sido desafortunada por sus costos humanos, económicos y sociales; sino porque nos vino a confirmar que las mujeres seguimos siendo una población vulnerable, que enfrenta desventajas en escenarios extraordinarios y ordinarios.
En este sentido, el COVID-19 ha sido un factor multiplicador de la desigualdad, de la discriminación y de la violencia por razones de género.
Además, la violencia de género no es ni por mucho el único de los problemas que requieren de una perspectiva de género. Fenómenos como el desempleo, la informalidad, la precariedad laboral, impactan con mayor fuerza a las mujeres.
En este encuentro, el Senado de la República reafirma su compromiso con los derechos humanos de las mujeres y ratifica su convicción de seguir revisando y reformando leyes para construir sociedades más iguales e incluyentes.
Manifestamos nuestro repudio a toda forma de violencia contra las mujeres. Del mismo modo, manifestamos el interés de México de mantener el tema de la igualdad de género, como una de las prioridades de la agenda global.
El mundo que surja de esta pandemia, debe ser un mundo en el que las mujeres puedan ejercer sus derechos; un mundo libre de violencia y con plena igualdad de oportunidades.
La pandemia no puede ser un pretexto para aplazar nuestros compromisos de la igualdad de género. Por el contrario, esta coyuntura nos convoca a redoblar esfuerzos hacia el cumplimiento de la igualdad sustantiva; una meta prevista en la Agenda 2030 y ordenada por el derecho internacional de los derechos humanos.
En la búsqueda de un mundo más justo, no podemos dar un solo paso atrás.
Gracias. Bienvenidas a las dos ponentes estelares y escuchamos con atención.
Muy amables.