Versión estenográfica de la participación de Luis Niño de Rivera Lajous, presidente de la Asociación de Bancos de México, en el encuentro de los sectores productivos del país con la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República.
Muchas gracias. Buenos días a todos.
Mi agradecimiento y saludo al senador Alejandro Armenta por esta invitación, presidente de la Comisión de Hacienda del Senado de la República.
A las secretarias de la Comisión, muchísimas gracias, a Minerva Hernández, a Nuvia Mayorga, un saludo a la maestra Efigenia Martínez y felicitándonos a todos que esté usted presente el día de hoy.
Y a mi querido amigo, el doctor Carlos Romero Aranda, Procurador Fiscal de la Federación, también un saludo afectuoso.
A todos mis compañeros presidentes de los organismos empresariales, un saludo; a Carlos Salazar, Gustavo de Hoyos, a Vicente Yáñez, a Bernardo González, a Paco Cervantes, a Bosco de la Vega y Enoch Castellanos, un saludo.
No cabe duda que estamos viviendo tiempos inéditos en los últimos 100 años.
Esta situación económica, sorprende a todos por tres razones: Su origen, su magnitud y su velocidad.
Es una crisis económica auto infringida, producto de la situación delicada que tenemos, sanitaria, que ha costado muchas vidas. Para que podamos salir de ella seguirá costando vidas y eso lo lamentamos muchísimo.
Por otro lado, ha requerido invertir recursos del erario público y del sector privado para hacer frente a la pandemia, que no teníamos contemplados al inicio del año.
Pero celebramos en la Asociación de Bancos de México, que el presupuesto o el paquete económico que ha presentado el Ejecutivo Federal por conducto del maestro Arturo Herrera, Secretario de Hacienda, a la Cámara de Diputados, tenga características muy consistentes con las políticas del Presidente de la República: austeridad, no un aumento de impuestos y no un aumento a la deuda pública.
Para que se cumpla el presupuesto de egresos, tenemos que tener éxito en el presupuesto de ingresos, y la única forma de lograr ese éxito será reactivando la economía lo antes posible.
Tenemos que pensar, primero, en dónde está el mayor daño en la economía nacional para enfocar todo nuestro esfuerzo a levantar esos sectores de la economía.
Desafortunadamente, a las personas de más bajos ingresos y a las empresas más pequeñas, es donde más daño encontramos: Las personas físicas, personas físicas con actividad empresarial y micro, pequeñas y medianas empresas.
En las MiPyMES, está el 68 por ciento del empleo nacional y a paso y medida que logremos reactivarles su economía, lograremos levantar nuestra economía y con eso podemos reactivar la cadena productiva nacional, que es producción, distribución y consumo, con todo el empleo que eso conlleva.
Hoy, esa cadena está fracturada, tenemos 23 millones de personas, al cierre del mes de julio, que están desempleadas, subempleadas o inactivas.
Y, desafortunadamente, tenemos 60 millones de personas que están en lo que definimos como pobreza alimentaria, pobreza laboral, esto es, su ingreso laboral no es suficiente para cubrir el gasto de su alimentación.
Tenemos atenuantes, por supuesto, que están ayudando de manera significativa.
Tomemos en cuenta que este año el ritmo de remesas que ha llegado del exterior, principalmente de Estados Unidos, al cierre del primer semestre nos entregaron 19 mil millones de dólares, que son 400 mil 14 millones de pesos.
Al cierre del primer semestre, también los apoyos sociales del Gobierno Federal suman 192 mil millones de pesos y de las afores se ha hecho uso del derecho del seguro de desempleo por 10 mil 500 millones de pesos.
Todo eso en su conjunto, suma el dos y medio por ciento del Producto Interno Bruto.
En la banca en particular, desde el mes de abril, pusimos a disposición de nuestros acreditados un billón de pesos de abril a julio, para permitirles el diferimiento de capital e intereses, que suma un billón de pesos de capital y 69 mil millones de pesos de intereses.
Eso representa el 4.5 por ciento del Producto Interno Bruto.
Empiezan a vencer esos diferimientos esta semana y estamos trabajando con nuestras autoridades bancarias para diseñar el plan de reestructura de esos créditos para seguir apoyando a los clientes de la banca.
Tenemos también en el conjunto de los bancos, 850 mil millones de pesos de liquidez que están disponibles y la banca está dispuesta a seguir creciendo la cartera de crédito que, por fortuna, hasta esta fecha sigue teniendo un saldo positivo en el crecimiento.
Sin embargo, señores y señoras senadoras, en el análisis que hagamos o que hagan ustedes del Paquete Económico 2021, es indispensable tomar en cuenta que Petróleos Mexicanos está pasando por un momento muy delicado.
Se transformó del gran contribuyente al Erario Público, ahora a uno de los consumidores más importantes de recursos de la federación y es indispensable que todos nos aboquemos a enderezar las finanzas de Petróleos Mexicanos, su eficiencia, su productividad y su capacidad de generar ingresos; porque, en tanto no lo logremos, seguiremos invirtiendo dinero del Erario Público y de los mexicanos en componer a Pemex, en lugar de destinarlo a donde más lo necesita la economía, que es con las personas que se han quedado sin empleo y las MIPyMES.
El entorno que necesitamos para que el país se levante de manera acelerada, tiene una sola palabra, tiene un solo contexto que necesitamos trabajar todos juntos y es: confianza.
En la medida que logremos generar reglas claras, como ya señalaba Carlos Salazar, duraderas, apego al Estado de derecho y definición precisa de los sectores de la economía donde quiera invertir el Gobierno Federal y aquellos donde pueda invertir la iniciativa privada, y eso sean definiciones permanentes, tendremos confianza de inversionistas nacionales y extranjeros, porque quiero señalarles a todos ustedes que recursos que tienen interés en venir a México de fuera y que tenemos en México son más que suficientes para levantar la economía.
No nos falta dinero, nos falta claridad, precisión, permanencia y seguridad en la inversión.
Muchas gracias.