Versión estenográfica del mensaje de bienvenida del senador Eduardo Ramírez, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, al recibir al excelentísimo señor Zvi Itzhak Tal, embajador extraordinario y plenipotenciario del Estado de Israel en México.
A la nación que representa, un feliz año, el inicio del año 5 mil 781 en el Calendario Hebreo, cuya celebración tuvo lugar el pasado 18 de septiembre y concluyó el día 20 de este mes.
El pueblo hebreo es heredero de una larga historia, que comenzó con Abraham y continuó con Moisés; de sus derechos, de su libertad, de su fe, incluso de sus vidas.
A pesar de las difíciles circunstancias y lo agreste de su territorio, Israel ha logrado un notable desarrollo económico y elevados estándares de vida.
Por eso celebramos la suscripción de los acuerdos históricos de Israel con los Emiratos Árabes Unidos para la normalización de sus relaciones, y saludamos todos los esfuerzos constructivos a favor de la estabilidad y la paz.
Nuestro reconocimiento más profundo a la fortaleza de su pueblo, a esos hombres y mujeres que conocen el precio de la guerra y entiende el valor de la paz. Nuestro reconocimiento más profundo a la fortaleza de su pueblo.
México ve en Israel a una nación amiga, líder en tecnología e innovación, a la vanguardia en agricultura, agua, ciberseguridad, medicina, vehículos autónomos; con reconocidas capacidades en la lucha contra el terrorismo y con servicios de inteligencia que brindan seguridad a sus ciudadanos.
En México convivimos con una comunidad judía muy amplia y respetable. Reconocemos su aportación a la economía y al desarrollo de nuestro país.
Desde el 1º de julio de 1952, fecha en que México e Israel establecieron relaciones diplomáticas, hemos mantenido vínculos abiertos y cordiales, basados en un diálogo franco y respetuoso. A lo largo de 68 años de relaciones diplomáticas, hemos consolidado una estrecha amistad, fortalecido el diálogo político en los más altos niveles, con la colaboración siempre en temas económicos, de comercio, de inversión, de cooperación científica y tecnológica, de cultura, de turismo y de asistencia humanitaria.
Tenemos suscritos diversos acuerdos y convenios en materia de intercambio cultural, cooperación técnica, asuntos aduaneros, combate al tráfico ilícito de estupefacientes.
También mantenemos cooperación en capacitación militar, policiaca, inteligencia y uso efectivo de tecnologías.
En el campo de las inversiones, actualmente hay más de 200 empresas israelíes en México, principalmente de tecnología, en sectores como la agricultura, energía renovable, seguridad pública y automotriz.
Pero deseamos que se incremente este intercambio comercial y el flujo de inversiones.
Queremos un diálogo político más amplio y una colaboración más cercana con un país que es referente de progreso económico y social a nivel mundial.
No puedo dejar de mencionar la riqueza cultural, literaria y artística que poseen y compartimos ambas naciones.
En el ámbito literario, México tiene una cercanía desde hace muchos años con Israel, en particular con la figura emblemática de Rosario Castellanos, quien, además de su labor diplomática, a inicios de la década de 1970, fue promotora de la cultura mexicana y latinoamericana en Israel.
Ella es un personaje muy entrañable en México, pionera de los derechos de las mujeres y que, sabemos, dejó huella en Israel.
Por eso agradecemos la cátedra a Rosario Castellanos, que desde 1997 se imparte en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
México tiene la disposición de continuar con una amistad sólida y cercana con su pueblo, sobre todo en estos tiempos complejos que se viven en toro el orbe.
El manejo eficiente que ha mostrado Israel para evitar la propagación del COVID-19 y para limitar sus impactos negativos con el uso de tecnología y aplicaciones informáticas, es un ejemplo a seguir.
Aquí quiero expresar un agradecimiento por la entrega de ayuda humanitaria y de seguridad médica para pacientes por parte de la embajada de Israel en México, en los estados de Zacatecas y Querétaro.
La recuperación de la crisis sanitaria y económica que hoy enfrentamos requiere soluciones conjuntas y solidarias, como la que ustedes han brindado.
Señor embajador Zvi Tal agradecemos nuevamente su presencia en esta Cámara.
Muchas gracias.
¡ShanáTová!
EMBAJADOR ZVI ITZHAK TAL: Distinguido senador Eduardo Ramírez Aguilar, Presidente del Senado de la República; honorables senadoras y senadores integrantes de la Mesa Directiva del Senado de la República; licenciada Alisa Helinsky; director general del Centro de Estudios Internacionales “Gilberto Bosques”, del Senado de la República; estimado colega.
Es un gran privilegio para mí ser recibido por la Mesa Directiva del Senado de la República. En mi carrera diplomática he tenido muchas oportunidades de intercambiar con miembros del Parlamento de la Unión Europea, así como con varios miembros de asambleas parlamentarias, por ejemplo, con aquellas de OTAN, de la OCDE y del Mediterráneo y con varios parlamentarios nacionales en Europa.
Toda mi carrera diplomática hasta este momento fue en Europa. Por eso soy un firme creyente en la diplomacia parlamentaria. Cuando un embajador puede contar con un diálogo entre representantes electos del pueblo que representa y con representantes electos del Estado donde está acreditado, es una valiosa contribución para la promoción de las relaciones bilaterales y de los intereses que ambas naciones tienen en común.
Quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecer nuevamente al senador Ricardo Monreal y añado mi agradecimiento también a usted, señor Presidente, por el mensaje que me envió, al igual que a mi colega Emirat, la firma del acuerdo Abraham, llevado a cabo en Washington, por la normalización de las relaciones de Israel y los países del Golfo.
Es de suma importancia para todos nosotros en el Medio Oriente poder gozar extensamente en la medida de lo posible y contar con el apoyo de las naciones amigas, entre ellas México, alrededor del mundo, dentro de esta nueva realidad que está ganando terreno en el Medio Oriente, donde varios países y sus líderes unen sus esfuerzos para mejorar el destino de los pueblos en la Región, mientras aíslan las fuerzas destructivas que aún están tratando de mantener un estado de confrontación.
Me alegro de poder colaborar con usted, señor Presidente, sobre el tema de la memoria de Rosario Castellanos. Estamos ya en contacto con la profesora Ashai, de la cátedra Rosario Castellanos, en la Universidad Hebrea de Jerusalén, con los amigos mexicanos de la Universidad; con mi colega, el embajador Macedo, el embajador de México en Israel, y otros socios para organizar los proyectos juntos.
Agradezco nuevamente su amable invitación y quedo a la espera del diálogo profundo entre la Embajada y el Senado de la República.
Muchas gracias.
Si me permiten, presentar la carta del Presidente de la Knéset; usted, por inicio.
SENADOR EDUARDO RAMÍREZ: Muchas gracias. Vamos a tomarnos una foto con la carta aquí en el Senado. Yariv Levin, Presidente de la Knéset.
EMBAJADOR ZVI ITZHAK TAL: De la Knéset, del Parlamento Israelí.
SENADOR EDUARDO RAMÍREZ: Del Parlamento Israelí. Muchas gracias.
EMBAJADOR ZVI ITZHAK TAL: Es en español; entonces.
SENADOR EDUARDO RAMÍREZ: Aunque entiendo el hebreo.
EMBAJADOR ZVI ITZHAK TAL: El hebreo; lo sé, lo sé.
SENADOR EDUARDO RAMÍREZ: Muchas gracias.