Pregunta.- Usted saca hoy en un editorial en el Periódico Milenio la importancia del tema migratorio para México. ¿En qué medida considera que se ha atendido y se puede resolver el problema de inmigración y cómo la migración de mexicanos al exterior se ha impulsado a raíz de la inseguridad?
Respuesta.- Hoy al 50 aniversario de las interparlamentarias entre México y Estados Unidos es una magnífica oportunidad de recordar cuál es el espíritu de colaboración que debe existir, sobre todo después de un Tratado de Libre Comercio que firmamos en 1994 y que dejó por fuera el tema de migración y solamente se encargó de ver el tema comercial.
Creo que es también la hora de abordarlo con un espíritu también distinto. Hay muchos temas que los Congresos mexicano y estadounidense deben tener en cuenta ante la realidad del Siglo XXI, y es la hora de ponerlo en la mesa de la discusión.
Estuvimos a punto, después de un año y medio de estar platicando con ellos, de lograr un primer paso como el Dream Act que se quedó en la mesa de las discusiones. Creo que valdría la pena nuevamente hablar con nuestros pares y sobre todo con el presidente del Senado, Harry Reid, para que se retome el mismo.
P.- Esta cuestión no solamente de migración, sino de armas, de túneles. Mañana hay dos audiencias aquí en el Capitolio en diferentes lugares. ¿Qué hace mejor esta reunión, o más posible obtener éxito que las 49 anteriores?
R.- También deberíamos considerar estas magníficas declaraciones de la senadora demócrata, Dianne Feinstein, quien acaba de reconocer que buena parte del crimen que sucede en México y el narcotráfico, se están nutriendo en más del 70 por ciento de las armas que vienen de Estados Unidos. El reconocimiento viene también lo que puede ser la acción para evitar que esto suceda en el futuro.
Las podrían hacer diferente también los términos de colaboración, porque podríamos decir que el surgimiento de las interparlamentarias se dio en épocas muy distintas, hace 50 años, como una guerra fría, también con algunos otros propósitos de integración entre las Américas. Hoy tenemos que revivir el mismo para buscar una frontera común.
P.- ¿Qué opinión le merecen las críticas del Presidente Calderón al PRI en el marco de la visita que acaba de hacer a California?
R.- Yo no vine a Washington al Congreso a hablar mal del Presidente de México, Felipe Calderón. Vengo a hablar de la necesidad de que dos países, dos pueblos, busquen una mejor colaboración para resolver sus problemas.
Cuando regrese a mi país, yo podré hablar entonces, de lo que el Presidente de la República dijo en los Estados Unidos.
P.- Senador ha habido recriminaciones a Estados Unidos por el hecho de que no ha hecho los suficiente, específicamente para atajar el tráfico de armas y la restitución de la prohibición de las armas de asalto. ¿Hasta que punto es posible que estas recriminaciones afecten el resto de la agenda bilaterial y hasta qué punto es posible que el tema electoral complique también la relación bilateral los próximos meses?.
R.- Más que la recriminación, creo que debe ser un momento de reflexión: Qué podemos hacer unos y otros para que evitar que sigan sucediendo los crímenes o el tráfico de drogas. Me refiero a que nosotros debemos esforzarnos más para no dejar pasar las armas a México y ellos tendrán que hacerlo también para no dejar pasar la droga hacia los Estados Unidos. Unos y otros, creo que complementariamente podemos hacer la diferencia.
P.- Y el tema electoral ¿podría complicar la agenda y la cooperación?
R.- Espero que en Estados Unidos no, porque ellos también tienen elecciones en el 2012; nosotros en el 2012 deberemos resolver lo mismo.
P.- Habría de complementar porque es una de esas casualidades que ocurren de vez en cuando. Cada determinado número de años que hay elecciones presidenciales en los dos países.
R.- Y no nada más en estos países, también parece que la tiene Francia. Entonces en el 2012 tendremos la oportunidad de reflexionar sobre qué hemos hecho bien en nuestras relaciones con Estados Unidos y con Francia. En esa reflexión buscar soluciones.
P.- ¿Hay éxodo a causa de la inseguridad en México? Sabemos que cuando menos 20 mil paisanos se han venido a Estados Unidos a causa de la inseguridad.
R.- Negarlo sería necio. Hemos visto sobre todo en el área de la frontera, la forma como buena parte de los habitantes de la misma han pasado a vivir a los Estados Unidos, algunos de los que tienen oportunidad y recursos; otros no.
Tenemos 17 comunidades muy importantes entre la frontera de Estados Unidos y México que tenemos que cuidar como una zona común, y esto es lo que venimos a hablar aquí en el Capitolio.
P.- Senador, no hay ningún comentario acerca del caso de Hank que ha sido acusado ya de asesinato, no tiene ningún tipo de comentario al respecto.
R.- No. Yo sigo insistiendo que a México le puede hacer tanto daño la impunidad de los ciudadanos, como el abuso de las autoridades. Ni una ni otra es el camino. Cualquier ciudadano mexicano merece un juicio honesto y transparente, y a eso se debe sujetar.
P.- Es cierto que hay una campaña negra contra el PRI, como dijo el gobernador del Estado de México cuando vino aquí a Washington en su última visita.
R.- Lo que pienso es que no debe haber campañas más allá de la promoción de lo que debe ser el rumbo del país.
México hoy necesita mucho rumbo y orden, y eso es lo que debe distinguir.
P.- Pero el timing en el que hemos visto el arresto de Hank, y luego de Pablo Salazar, ahora aparentemente de Ulises Ruiz. Y luego la liberación de Hank por falta de méritos, pero inmediatamente turnarlo a otra instancia para hacerle una acusación, ¿no aparece todo articulado; no es una campaña clara?
R.- Si no es una campaña, mucho se le parece, a que pudieran intentar tener razones electorales más que justicieras. Esto es lo que tenemos que evitar: no politizar la justicia, ni judicializar la política.
P.- ¿El pueblo de México se da cuanta de esto, no es cierto?
R.- Tarde o temprano sacarán sus conclusiones. Los mexicanos son lo suficientemente inteligentes como para identificar en donde se les está diciendo la verdad y en dónde se les está mintiendo.
Insisto, hoy aquí en Estados Unidos no hemos venido a hablar mal ni de las autoridades mexicanas, ni de la política en México, sino de lo que podemos hacer juntos el Congreso de los Estados Unidos y el Congreso mexicano.
P.- Senador, le pido algo de autocrítica en relación con este tipo de interparlamentarias, porque siempre se ha dicho que en este tipo de encuentros hay mucha ceremonia, pero poca sustancia.
R.- Esperemos que esta sea la excepción, por lo menos no hay que perder la esperanza, y el diálogo siempre nos lleva a algo mejor que la ausencia.
P.- Nos puede decir un resumen de lo que va a decir acá, ¿tiene un discurso?
R:- Tenemos nosotros, quizá el recuerdo de cómo en 50 años y en situaciones distintas Estados Unidos y México han procurado tener interparlamentarias en momentos exitosos y en otras no tanto, pero han sido circunstancias distintas.
Es la hora de tener un nuevo trato entre los Estados Unidos y México, y buscar que en el Siglo XXI armemos entonces si condiciones tales que nos permitan resolver problemas comunes como delincuencia, narcotráfico, violencia, seguridad humana, --que esto es muy importante, más allá de la seguridad personal-- y crecimiento económico, porque nada se va a resolver sino tenemos crecimiento económico y empleo, esa es la formula del éxito.
P.- ¿Usted si ve a los americanos mucho más abiertos de lo que estuvieron antes?
R.- Tuve una reunión con el senador Harry Reid hace poco en Nevada, en el cual él mismo habló de un compromiso de reactivar sobre todo algunas decisiones en tema migratorio que vinieran a resolver el problema de muchos de nuestros connacionales que viven en la incertidumbre en Estados Unidos.
P.- ¿Hay más avances que pendientes?
R.- Esperemos que los pendientes nos hagan avanzar.
Gracias.
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