Pregunta.- Senador, queremos preguntarle, una de las principales preocupaciones que iban a tener ustedes era el tema relacionado de las armas y también en aspectos de seguridad. ¿Qué lograron avanzar en ese sentido?
Respuesta.- Percibimos sobre todo en la parte del Senado estadounidense, tanto de republicanos como de demócratas, interés en profundizar en este tema de cómo detener el flujo de armas de los Estados Unidos a México, entendiendo ellos como lo dijimos y no es algo más que la realidad:
El problema de mucho de los mexicanos es no explicarse por qué estas armas que vienen de Estados Unidos, que son nuestros aliados en el combate al narcotráfico y la delincuencia, pueden acceder a ellas los delincuentes y son con estas mismas armas con las que se están asesinando a policías o a soldados, o ciudadanos comunes y corrientes, que no merecen esta violencia que se está generando.
La reacción del Senado norteamericano es bastante positiva y se apoyan en mucho en que están haciendo una investigación sobre todo en este evento y operación llamada “rápido y furioso”.
P.- Se discutieron aspectos de esta operación a través de la cual inundaron o abastecieron de una buena cantidad de armas de alto poder a los cárteles.
R.- Sí tanto demócratas como republicanos nos dijeron en la reunión que estaban esperando las conclusiones de estas audiencias, en las que se está investigando qué fue lo que sucedió en esa operación, que algunos o a todos ellos los avergüenza y que van a tomar cartas en el asunto y disponer lo necesario para que se castigue a los responsables y no vuelva a suceder.
Pero lo más importante es que entienden el fenómeno, saben que hay una política y una decisión de carácter legal para que los americanos dispongan de esta posibilidad de acceder a las armas acá en Estados Unidos, pero también una exigencia nuestra de que se detenta el flujo de armas.
P.- Nos comentaba el senador Morfín que básicamente les dijeron que hay una imposibilidad de regresar al tema de la prohibición de armas de asalto por cuestiones políticas y electorales. ¿Más allá de las coincidencias y de la receptividad, se van ustedes a llevar un compromiso concreto de la agenda bilateral?
R.- Sí claro. Sí dijeron que parecía haber esa imposibilidad de orden legal, pero que ellos estaban concientes de la necesidad de modificar aunque sea, administrativamente, todo lo que fuera necesario para que estas armas puedan llegar a México desde Estados Unidos.
Ese compromiso lo adquirieron.
P.- ¿El compromiso de intentar buscar la restitución legislativa de la prohibición de las armas de asalto?
R.- Ellos dijeron que tenían la disposición de buscar una fórmula que aún cuando no existiera un cambio legal o legislativo, sí prohibiese, impidiese que estas armas se pudieran comercializar con tanta facilidad, como hoy existe.
P.- Senador hubo un compromiso de los senadores estadounidenses sobre la continuación de la Iniciativa Mérida como un plan que pueda ayudar a México y las fracciones parlamentarias mexicanas están de acuerdo también con continuar, porque hay algunas voces radicales que dicen que hay terminar con ella.
R.- Nosotros le manifestamos en conjunto --y lo hice en mi calidad de Presidente de la Mesa Directiva del Senado—que no hay fracción parlamentaria que no esté en contra de que el Plan Mérida continúe, entendiendo que el Plan Mérida vale no solo por los recursos económicos, de 400 millones de dólares, que hay ya gastados, o por los 1,400 que deban gastarse, sino porque ha cambiado una cultura de colaboración que no existía en México.
Hoy entendemos la necesidad de la colaboración ante un problema internacional que amerita una disposición internacional.
P.- Funcionarios de alto nivel de la Administración han destacado en repetidas ocasiones la necesidad de que México fortalezca la seguridad de la frontera sur. Ellos dicen que es prácticamente una tierra de nadie con ocho puestos de control, por una nula o poca presencia policíaca.
¿Les hicieron este planteamiento aquí, y en ese caso, cómo considera que México puede resolver este problema?
R.- No hicieron el planteamiento, pero nosotros sí lo pusimos sobre la mesa. No se trata de poner toda nuestra atención en la frontera norte, sino que es necesario atender la frontera sur.
Por cierto, esto se hizo en el momento en el cual se comentó que si bien es cierto 400 millones son importantes para la lucha en contra de la delincuencia y el narcotráfico, no menos cierto es que en México hemos gastado, en el transcurso de los últimos cinco años, cerca de siete mil millones de dólares en todo el concepto de integrar una nueva Policía, de atender todas las necesidades que tenemos de seguridad pública.
Y habremos de disponer todo lo necesario para gastar lo suficiente hasta acabar con el problema, pero que una de las partes que hemos desatendido, es la vigilancia de la frontera sur. Y esa solamente puede llevarse a cabo a través de tecnología de punta, capacitación, disposición y equipo.
P.- Senador, su visita coincide con esta embestida que hay contra los mexicanos en Estados Unidos, desde la Casa Blanca con deportaciones y en algunas capitales estatales con las leyes antimigrantes, ¿hay alguna expresión de preocupación que haya hecho el PRI en esta reunión y qué le va a dejar este encuentro a los mexicanos que viven en Estados Unidos?
R.- La preocupación general de todos los senadores fue poner sobre la mesa algunas legislaciones que se han dado en Estados Unidos y que atentan contra los derechos elementales del ser humano, y que criminalizan sobre todo la inmigración.
Ellos, abiertamente nos manifestaron que ya han hecho lo suficiente y lo necesario para que éstas no prosperen en las entidades en donde se están presentando, como es la última que se tuvo en Alabama, o la primera que se dispuso en el estado de Arizona.
Entienden el Poder Legislativo local, pero la disposición general y nacional está en la franqueza de evitar que esto siga sucediendo.
P.- Me gustaría que dijera ¿Con qué se queda de este encuentro bilateral? Porque da la impresión de que al final de este encuentro están estos pronunciamientos de carácter voluntarista, pero yo no veo gran cosa en acuerdos concretos.
R.- Es muy importante dar su real contenido a una reunión interparlamentaria entre dos Congresos que buscan acompañar al Poder Ejecutivo de cada uno de sus países en las disposiciones que tiene, sobre todo en materia de buscar acuerdos migratorios, de buscar mejores respuestas al combate a la delincuencia o también apoyos para el crecimiento económico.
Nos quedamos con la sensación que este nuevo marco de discusión entre el Congreso americano y el mexicano fue mucho más franco que en otras ocasiones en donde la retórica es la que aparece, simplemente para llenar los espacios.
Se habló con enorme franqueza sobre cada uno de los problemas y la necesidad de la colaboración y la disposición.
Nuestro interés de --no obstante de ser de un partido distinto-- apoyar a nuestro gobierno en la decisión que ha tenido de combatir hasta las últimas consecuencias al narcotráfico y a la delincuencia.
Entendieron que este no es un programa de un año ni de un sexenio, sino de ahora y para siempre y hasta que se termine este combate.
No queda duda que en el 2012, gane quien gane, tendrá que continuar en el combate a la delincuencia y al narcotráfico, hasta sus últimas consecuencias.
Es posible que con una estrategia se busque establecer límites a la violencia, pero nunca ceder un espacio a la delincuencia. Fue muy importante que platicáramos, porque entonces se entiende perfectamente bien, que no es simplemente el deseo de un gobierno, sino de todo un pueblo ir hasta el final en esta jornada.
Sí sirven estas reuniones, a lo mejor no resuelven las tareas de los Poderes Ejecutivos, pero sí los acompaña en esta disposición.
Sabedores quedaron en el Congreso, que una decisión del Ejecutivo en México, que busque poner un alto con fuerza y decisión a la delincuencia y al narcotráfico, o que busque establecer nuevas medidas para el crecimiento económico, será apoyada por el Congreso.
P.- Algunos legisladores norteamericanos han señalado que la crisis de violencia en México ha llegado a un punto en el que seguramente sea necesario brindar una mayor asistencia militar. ¿Hubo algún planteamiento en ese sentido y a lo mejor se exploró la posibilidad de brindar apoyo a México, como los Drones de los que nos enteramos en el New York Times.
R.- No, de ninguna manera. Lo que sí comentaron fue que les gustaría saber cuál sería aquella medida que mejor ayudaría a cumplir con el propósito de colaboración en materia de Seguridad Pública y combate a la delincuencia.
Si las disposiciones que se habían tomado en Estados Unidos estaban ayudando o tendrían que hacerse modificaciones. Querían conocer nuestros puntos de vistas.
Se habló de la necesidad de fortalecer nuestras aduanas porque esto nos evitaría volver a aquella lógica que nos indica que en ocasiones no estamos haciendo lo correcto; nos quejamos nosotros que nos envíen armas y ellos en ocasiones se quejan de que llegue droga, cuando debería ser una de las obligaciones de Estados Unidos y sus autoridades no dejar que se introduzca la droga y una obligación nuestra, no permitir que las armas lleguen a México, entendido esto como la lógica.
Pero lo mejor de la lógica, que podría acompañar esta disposición es la colaboración. Que cada quien haga su trabajo, y lo haga bien pensando en que esto es lo que nos puede resolver el problema y si lo hacemos acompañados con información, tecnología, disposición y sobre todo con una sola voluntad, vamos a ser eficaces.
P.- Senador, en ese intercambio de tema electoral ¿hubo alguna expresión de inquietud por parte de los estadounidenses sobre la posibilidad de que si hubiera un triunfo del PRI, específicamente en el 2012, habría algún tipo de acuerdo político?; dicen que es una percepción de algunos sectores en Washington.
R.- Si es su percepción no se notó en esta reunión en donde quedó claro, por parte de todos los partidos políticos que estuvimos aquí presentes que, gane quien gane las elecciones del 2012, como gane quien gane las elecciones en Estados Unidos, no habrá ninguna posibilidad de poder dar un paso atrás en la decidida lucha en contra de la delincuencia y el narcotráfico.
Se podrán establecer estrategias que quizá disminuyan la violencia y que giren alrededor del uso de más inteligencia y más tocología, pero de ninguna manera en ceder un milímetro de espacio a la delincuencia en algún acuerdo.
P.- Senador, sobre política interna usted es uno de los principales arquitectos de la Reforma Política que quedó pendiente en la Cámara de Diputados. Hoy el Presidente Calderón llamó a la Cámara a reunirse para un periodo extraordinario de sesiones, ¿usted sigue creyendo que los diputados del PRI y otras fracciones deben aprobar ésta reforma lo más pronto posible?
R.- He estado platicando con mis compañeros diputados y he conocido por parte de ellos su disposición a aprobar todo lo que sea necesario para transformar en México el sistema político, para vivir una verdadera transición.
Los más obligados en exigir una transición en este país, somos aquellos que conocimos el viejo sistema político que funcionaba con un solo partido hegemónico, que después pudimos disponer lo necesario para que se diera la alternancia y hoy estamos extrañando una nueva gobernabilidad.
Seguir insistiendo en conservar este tipo de sistema será que estemos sentenciando a que los acuerdos sigan tardándose en llegar en prejuicio de los mexicanos, lo entienden perfectamente bien -e incluso- sí, lo entiende en PRI y en Cámara de Diputados, son más los que entienden que los que se resisten.
Como en cualquier partido político, hay quienes les gusta el hacer reformas y hay otros que miran hacia atrás en la nostalgia, pero esto se va a resolver.
P.- ¿Hay posibilidades de un periodo extraordinario?
R.- Yo estaría más que en disposición en apoyar un periodo extraordinario que surgiera de un acuerdo previo, porque no hay periodo extraordinario que tenga éxito simplemente para discutir. El periodo extraordinario se cita cuando hay acuerdos previos, para simplemente votar los acuerdos, hacerlos ley y que sucedan. Todo lo demás es demagogia pura. Invitar a periodos extraordinarios sin acuerdos previos me parece un exceso.
Creo que el Ejecutivo debió haber abordado de mejor manera esta solicitud con un encuentro anticipado, con un acuerdo previo, que le hubiera permitido saber y conocer la disposición de todos los actores en un periodo extraordinario, incluso de su partido político, para que entonces no perdamos ya más tiempo en la discusión y nos vayamos a la votación y con eso a la construcción de las leyes, como por un ejemplo, la Ley de Seguridad Nacional.
¿Habrá ya un acuerdo al respecto sobre la minuta del Senado? El Senado salió unánimemente, pero todos sabemos que en Cámara de Diputados la detuvo la fracción parlamentaria del Presidente de la República, la de Acción Nacional. ¿Ya estarán conformes con la minuta? ¿Habrá unos nuevos cambios? Eso es lo que se tiene que platicar antes de pedir un periodo extraordinario.
P.- ¿Que piensa del desenlace del caso Hank, hemos visto que lo arrestaron, lo absolvieron, lo volvieron a arrestar, lo volvieron a absolver, y ahora la PGR dice que va a apelar la decisión ¿Qué piensa de todo esto?...
R.- Me quedo en este caso con lo mejor de tanta confusión que se generó alrededor; se ha comprobado que hay un Poder Judicial verdaderamente autónomo, que no va a permitir que sucedan impunidades por parte de aquel que haya cometido un delito, pero tampoco arbitrariedades por parte de la autoridad que en ocasiones no sabe ni lo que hace.
Para eso es necesario que exista la división de los Poderes, que haga al Congreso independiente del Ejecutivo y al Poder Judicial independiente del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo. Solamente así se va a poner orden en un país que necesita rumbo.
P.- Volviendo a la pregunta que hizo, sobre el tráfico de armas, de rápido y furioso, ¿entonces los senadores hablaron de cambios administrativos a nivel de administración en cuanto tráfico de armas, no legislativo? ¿Qué cambios mencionaron, alguno específico?
R.- Los senadores hablaron primero de la vergüenza que podía asistirles el conocer que existieran este tipo de operaciones que de ninguna manera cuentan con el aval, ya no se diga del Congreso, sino posiblemente de las autoridades.
De la necesidad que estas audiencias que se están llevando a cabo, pongan claridad sobre este suceso para que no vuelva a ocurrir. Y de las consecuencias que seguramente esta investigación traerá, para pensar en nuevas disposiciones a fin de evitar que el tráfico de armas se dé de los Estados Unidos a México.
Dijeron con claridad: “vemos difícil hacer modificaciones legislativas en la materia, pero creemos que hay muchas disposiciones administrativas que deberían de emplearse en el futuro para evitar que sigan sucediendo.
P.- ¿Enunciaron algunas de esas medidas administrativas?
R.- No, solamente platicaron de ello y alguno más dijo, con enorme claridad, que también podría estarse cometiendo un severo delito cuando algún proveedor americano estuviera ya identificado como suministrador de armas a algunos traficantes de las mismas, y que podría entonces ser sujeto a un juicio tanto aquí como también podríamos disponer el exigirlo en México.
P.- El hecho de que en este caso específico de rápido y furioso, como se ha estado demostrando y hay testimonios de algunos de los informantes que han ofrecido hoy testimonio, sí se termina demostrando que efectivamente Estados Unidos, la Administración Obama, permitió el tráfico ilegal de armas y que fueron a parar a los cárteles de la droga, esto implica que a México no se le informó, ¿seguiría Estados Unidos digno de confianza para el gobierno de México, para el Senado, para el Legislativo?
R.- En lo personal creo que un evento particular no nos debe hacer perder la confianza en lo general. Se está tratando entre dos países, dos gobiernos, dos Estados, que están obligados a convivir y a negociar. Si hay algo que no podemos cambiar, es solamente nuestra frontera y a nuestra gente; todo lo demás sí.
Creo el que la verdad surja, alrededor de este lamentable operativo ilegal, permitirá que se tomen disposiciones necesarias para que esto nunca más vuelva a suceder, pero la perdida de confianza no se da en un solo evento.
Gracias.
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