Al igual que el senador Luis Alberto Villarreal, también quisiera agradecerles al Senado Americano la oportunidad de poder el día de hoy continuar con una reunión que ya en esta fecha cumple 50 años de estarse celebrando de una u otra manera.
Quisiera, a nombre de mis amigos y compañeros del Senado quienes están aquí presentes y representan a las principales fuerzas políticas del Senado de la República de México --entre ellas el Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional, el Partido de la Revolución Democrática y el Partido Verde Ecologista de México--, aprovechar este nuevo formato que nos parece muy adecuado, interesante y conveniente, para hablar en esta primera oportunidad, apoyándome en las cortesías del senador Thomas Udall, y en el recuerdo de cómo en 1961 bajo la presidencia de John F. Kennedy, en Estados Unidos, y de Adolfo López Mateos, en México, se iniciaron estas reuniones con el propósito de tener una mejor comunicación entre el Congreso americano y el Congreso mexicano.
La memoria entonces nos llevaría a que hace 50 años, en 1961, --éstos encuentros venían precedidos de un trabajo que en su momento hizo otro gran Presidente, Roosvelt--, en aquella época posterior a la Segunda Guerra Mundial, pensaron en el new deal (nuevo acuerdo), en cómo trabajar alrededor de un acuerdo nuevo para obtener mejores resultados para la zona.
Yo quisiera saludar la presencia tanto del embajador de México en Estados Unidos, como de nuestro amigo representante del gobierno de los Estados Unidos, en México, John D. Feeley, para comentar que es posible que hace 50 años, las condiciones eran completamente distintas.
Hace 50 años estábamos en un bloque en el mundo de lo que pudo llamarse la guerra fría, en donde los esfuerzos de esta zona coincidían entre los Estados Unidos y México para poder construir en la mejor de las voluntades y en un ejercicio de conveniencia mutua, que tuviéramos una región, un espacio donde construyéramos nuestra libertad y progreso.
Ahora son distintas las condiciones en el Siglo XXI pero creo que es la misma oportunidad que hoy se nos presenta sobre todo si reconocemos que hay muchas cosas que podemos cambiar pero lo que será imposible --y esta es la parte más importante-- es nuestra necesaria vecindad, nuestra obligada cordialidad, como buenos vecinos y nuestro interés porque, como vecinos, conservemos una zona en donde tengamos esa paz, esa tranquilidad, esa seguridad y ese progreso.
Por eso este formato que ustedes han sugerido y que a nosotros nos ha parecido el más conveniente, debe dejar atrás los largos discursos, en los cuales nosotros expresásemos cuáles son nuestros deseos, sino más bien el orden temático que se ha dispuesto para poder abordar los asuntos que hoy ameritan que estemos intercambiando nuestras impresiones y nuestras ideas, para ayudar a encontrar las soluciones a nuestros gobiernos, que también están trabajando en esa materia.
Ver el tema de migración --que por cierto aprovecho para agradecer a nombre del Senado mexicano y nuestros representados, la amable cortesía que el día de ayer el Senado de los Estados Unidos tuvo para esta delegación que pudo presenciar, como lo ha mencionado muy bien el senador Villarreal, un magnífico discurso del senador Durbin, quien ha puesto sobre la mesa nuevamente lo que es el interés por encontrar una vía de solución a un problema que desde hace tiempo se vino observando-- que tras la firma del Tratado de Libre Comercio en 1994, quedó a un lado, no obstante que el abrir nuestras fronteras para el intercambio de mercancías, trajo beneficios también muy interesantes que nosotros tenemos que reconocer.
Pero también están los problemas de seguridad de la región, que vale la pena abordarlos con responsabilidad, una responsabilidad que a nosotros nos toca también cumplir en nuestro país. La colaboración que es necesaria para enfrentar este problema de mejor manera y, por otro lado, el crecimiento económico, la competitividad y sobre todo el medio ambiente en nuestra región.
Quiero terminar comentando nuevamente la satisfacción que tenemos porque esta reunión que se realiza aquí en el Capitolio, con su anfitrionía y su cortesía, se lleve a cabo en este nuevo formato del que estamos esperando también los mejores resultados, que solo vienen con la comprensión y con la colaboración de nosotros hacia ustedes y de ustedes hacia nosotros. Es la mejor manera de comunicarnos.
Segunda intervención:
Quisiera hacer unos comentarios --muy referenciales-- a lo que bien dijo el senador Robert Menendez.
Yo también vengo de un estado frontera con Estados Unidos, el estado de Sonora; crecí además en un ambiente que me permitía ver a familia en Arizona y pasar tan libremente --en aquéllas épocas, no hace muchos años, en la década de los cincuenta-- con enorme facilidad a ver a mis parientes o ellos venir a México a platicar o a comer con nosotros.
No es cuestión de nostalgia, es el tiempo que nos ha acompañado.
La verdad es que en esa comunidad era muy difícil identificar la frontera, era muy difícil saber si unos vivían en un lado o en el otro, y posteriormente, esta formación bicultural que anima a la frontera --desde aquéllos años entre México y Estados Unidos-- nos trajo una forma de buscar todavía hacer de nuestra relación amistosa algo adicional que nos trajera progreso.
Es así que en Sonora y Arizona se estableció una comisión que, tiene cerca de 50 años de antigüedad, llamada la Comisión Sonora –Arizona, la cual permite a las autoridades de ambas ciudades conversar cotidianamente, platicar sobre los mejores propósitos que pudiéramos tener para que nuestras comunidades progreso.
No obstante, un lugar en donde se dio una ley tan dura y que afortunadamente fue combatida desde acá fue en Arizona, existiendo una de las mejores relaciones entre unos y otros, lo cual indica que así como hablamos de cómo surgieron estas reuniones parlamentarias entre Estados Unidos y México, en un ambiente distinto al de hace 50 años, hoy tenemos que reconocer lo que bien señaló hace un momento el senador Menendez, quien hace una puntualización muy inteligente, como corresponde al senador Bingeman, de que las circunstancias nos obligan a ver el fenómeno dentro de algo global.
Para nosotros no pasa desapercibido el tema de la migración, adicionalmente de lo que pueden ser decisiones muy soberanas en Estados Unidos, también tienen que ver con el tema seguridad, con la delincuencia y con lo conflictivo de la frontera; y que tenemos que atender los dos asuntos en el mismo sentido de importancia. No podemos avanzar en uno y descuidar el otro, sino tenemos que ir los dos al encuentro de soluciones.
Desde hace tiempo, varios de nosotros venimos trabajando en intentar conversar con los senadores de Estados Unidos y platicar alrededor de políticas de corto y mediano plazo --como dijo bien el senador Menéndez hace un momento-- que nos permitieran tener compromisos que no se extinguieran en un año, en materia de seguridad, de combate al crimen, en materia de buscar solución a los temas migratorios de manera ordenada y progresiva.
Por eso, al ver nosotros el interés de poner nuevamente sobre la mesa el Dream Act, trabajar alrededor, como bien se ha dicho, de dar todavía a la visa H-2B un progreso administrativo para facilitar a los trabajadores agrícolas, intentar poner las dos estrategias sobre la mesa --que será parte de la segunda mesa de discusión-- nos interesa mucho a los mexicanos. Creo que con esto nos podremos dar una segunda oportunidad.
En 1994 muchos de nosotros estuvimos entusiasmados con hacer el Tratado de Libre Comercio y no nos equivocamos, por que logramos integrar de una mejor forma a nuestra región.
No pudimos abordar el tema de migración en ese momento, el tránsito de persona, porque parecía inadecuado, pero estoy seguro que podremos encontrar esa solución.
Pero quise intervenir para coincidir en que las dos políticas, la de seguridad, combate a la delincuencia y la de migración; tienen que ser de largo aliento, tienen que ser planeadas al corto y al mediano plazo, y sobre todo, pactadas y dar seguimiento entre nosotros.
Tercera intervención:
El día de ayer, y le decíamos al senador Thomas Udall y al senador Menendez, que nos sentíamos muy halagados, sobre todo por ver --porque lo sabemos, tanto ustedes tres, como el senador Harry Reid-- como se han convertido en los mejores exponentes de la necesidad de buscar una solución al tema migratorio, en lugar de irlo derivando o aplazando.
Sí quisiera ir al punto de la pregunta que ha hecho el senador Durbin, como también lo hizo antes el senador Menendez, ¿qué están haciendo en México para recuperar el crecimiento económico?
Y la del senador Durbin, ¿qué no les gusta de lo que son las decisiones soberanas que toma obviamente los Estados Unidos, sobre el mantenimiento de su frontera y su seguridad?
En el tema económico, sí quisiera destacar que no obstante los problemas que vinieron acompañando la crisis que se tuvo con la burbuja del sector inmobiliario aquí en su país --y que afectó a nuestro país, y a otros en el años 2009, y que nos llevó a un decrecimiento de cerca de 7 puntos del Producto Interno Bruto--, el país ha venido nuevamente tomando una fortaleza con un crecimiento que este año podría acercarse a los 5 puntos del Producto Interno Bruto.
Tenemos desigualdad, tenemos un problema de seguridad que viene con la delincuencia y el tráfico de droga que viene por nuestro país queriendo acceder a su país, como también tenemos el problema de migración, del tráfico de indocumentados centroamericanos, que vienen por nuestro país queriendo acceder a su país.
Estamos buscando la mejor forma de evitarlo, sin violentar los derechos humanos de cada uno de ellos, que ya hemos tenido problemas también de esa naturaleza.
Pero lo importante está en que lo que buscamos conceptualmente es encontrar una solución a la seguridad humana, más que a la seguridad física de las personas.
Y la seguridad humana viene con empleo, educación, los derechos alcanzados y también con la seguridad física.
Quisiera tocar ese punto porque estoy más convencido que están equivocados aquellos que desde otra óptica en el Congreso piensan que no hay que buscar una solución al tema migratorio hasta que tengamos una solución en las fronteras, o en el tema de la seguridad física en las fronteras.
La verdad es que una y otra no pueden caminar en carriles o en caminos distintos, sino que tendríamos que atender que la búsqueda de crecimiento económico lo vamos a lograr nosotros abriendo canales de competitividad, como bien lo decía Eloy Cantú.
Abriendo también las inversiones en el sector más dinámico del crecimiento económico que son las telecomunicaciones, cuestión que también lo estamos abordando.
Abriendo también una nueva óptica sobre lo que es seguridad energética regional, que cambia el concepto a lo que son simplemente las inversiones en energía, o en petróleo, sino en la seguridad energética de la región.
Pero por otra parte, sino damos los primeros pasos, --como bien ustedes lo platearon y el senador Durbin lo hizo ayer--, en el reconocimiento al derecho de muchos hijos de mexicanos a tener una educación, a ir avanzando, a ir teniendo la posibilidad de avanzar en el tema bicultural entre nuestra región, estaremos cometiendo una equivocación.
Le diría a quienes no quieren llegar a una solución migratoria hasta que tengamos una solución en nuestra fronteras, o en el tema de seguridad, que no es aislándonos uno del otro, como vamos a conseguir resolver esos problemas; solamente los vamos a dilatar, a poner en mayor riesgo y crisis.
Actitudes como las de ustedes, para nosotros son muy importantes, les dejamos la seguridad de que en México estamos haciendo nuestro esfuerzo con los problemas que se viven de naturaleza económica y de desigualdad, que estamos buscando combatirlos con la única arma que tenemos: crecimiento económico y empleo. Es lo único que nos va a sacar de la pobreza y de la desigualdad. Lo tenemos muy claro.
Pero también, en ese lapso estamos buscando que los connacionales, sobre todo quienes podrían estar incluidos en el Dream Act, tengan también una esperanza.
Esa esperanza de la que se habló al inicio de esta reunión, para que juntos podamos saber que la solución también la tenemos los dos, cuando trabajamos unidos.
Muchas gracias
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